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Son muchas las farmacias españolas que ponen en marcha distintos proyectos para destacar dentro del ámbito de la sostenibilidad. Algunas lo llevan a cabo mediante sencillos gestos que aplican a su labor diaria, como el control del consumo energético, potenciación del punto SIGRE o la racionalización del uso del papel, y otras se distinguen con iniciativas únicas cuyo objetivo es mejorar la salud del planeta.

La farmacia comunitaria en España está cada vez más concienciada de la importancia de la sostenibilidad y de cómo pequeñas acciones marcan la diferencia.

Por un lado, existen iniciativas comunes aplicables a un gran número de estos establecimientos sanitarios que les permiten ser más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, en 2019, SIGRE, con el asesoramiento del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), elaboró la web interactiva “ecoFARMACIA” (www.sigre-ecofarmacia.es), donde se recopilan un total de 77 medidas que las oficinas de farmacia pueden implementar en su día a día para contribuir a cuidar el planeta.

Desde esta web se clasifican cuatro ámbitos de actuación –uso eficiente de la energía, ahorro de agua, optimización de los recursos y uso responsable de bienes y servicios– aplicables a cada una de las zonas de las que dispone la oficina de farmacia. Entre otras medidas destacarían:

  • Fachada, escaparate y entrada: utilización de materiales ecológicos, iluminación exterior eficiente, sistemas de sombreado exterior, puntos que promuevan la movilidad laboral sostenible, etc.
  • Zona de dispensación: entrega de bolsas sostenibles para los medicamentos, etiquetas electrónicas, mobiliario comercial y PLV sostenible o iluminación interior con tecnología LED.
  • Zona de atención personalizada y despacho del farmacéutico: ventilación natural, utilización de consumibles sostenibles, gestión de residuos derivados de pruebas analíticas o de control, separación de las fracciones de residuos…
  • Zona de formulación magistral: separación correcta de residuos NO peligrosos (RNP), inscripción en el registro de Productores de Residuos Peligrosos de su CCAA o gestión ambiental adecuada de los aparatos eléctricos y electrónicos.
  • Zona de almacenamiento y trabajo: optimización de los espacios de almacenamiento, uso de vestuario sostenible y con eco-etiquetas, consumo responsable de papel y otros materiales u optimización de los pedidos.
  • Zona de descanso: instalación de aparatos eléctricos eficientes, utensilios reutilizables, gestión eficiente de los residuos generados, etc.
  • Cuarto de baño: instalación de temporizadores, uso de productos de limpieza sostenibles o instalación de dispositivos para el ahorro del consumo de agua.

Pero además de estas fórmulas generales, cada farmacia puede poner en marcha su propia iniciativa sostenible en función de su idiosincrasia y posibilidades. Analizamos tres ejemplos extrapolables a otras boticas.

Premio Únnico a la gestión sostenible

El pasado mes de noviembre Grupo Unnefar puso en marcha los Premios Únnicos, que incluían la categoría de Mejor idea de gestión sostenible en la farmacia y que contó con el patrocinio de Acofarma. La ganadora fue la Farmacia El Bierzo por las acciones que ha impulsado para convertirse en un espacio de salud más verde.

Han sido varios los proyectos desarrollados por esta botica situada en el centro de Ponferrada, en la provincia de León, que han contribuido a lograr resultados beneficiosos en términos medioambientales, sociales y económicos.

Uno de ellos ha sido su participación en la reforestación de la comarca La Cabrera, limítrofe con El Bierzo. A esta acción le ha dado visibilidad a través de sus redes sociales, cuya cuenta en Instagram, @farmaciabierzo, supera los 31.000 seguidores. “La experiencia ha sido muy positiva y el año que viene queremos hacer una pequeña repoblación también en El Bierzo. En esta misma línea, a finales de octubre organizamos para nuestros clientes un baño de bosque en Soto de Villar”, afirma su titular, Marta Rodríguez Tato. Se trata de una técnica novedosa que consiste en un paseo guiado para ayudar a conectar con la vida natural. “Es una manera de dar a conocer estilos de vida más saludables, a la vez que recordamos la riqueza de nuestro entorno”, afirma esta farmacéutica con más de 25 años de experiencia.

En la misma cuenta de Instagram, Farmacia el Bierzo abrió hace un año la sección Sábados de mercado, enfocada a promover la sostenibilidad y la producción local. Para ello, la titular de la farmacia acude cada sábado a los puestos tradicionales del mercado de abastos explicando las propiedades y los beneficios para la salud que aportan los productos locales. “Acercamos la tradición al mundo digital. Divulgamos, por un lado, la cercanía y la proximidad, reduciendo así el impacto medioambiental y las emisiones contaminantes ocasionadas por los transportes y las grandes corporaciones. Por otro, promovemos una alimentación saludable con productos de calidad. Desgraciadamente los hábitos de la sociedad han cambiado y, a pesar de las ventajas que ofrecen, estos mercados ya no representan modelos de vida sostenibles”, remarca Rodríguez Tato. Con todo, la iniciativa ha tenido un gran éxito entre sus seguidores y ha atraído a más clientes a este centro de salud.

Otra de las grandes apuestas de esta farmacia ha sido la creación de El viaje de Egeria, una línea propia productos de cosmética y suplementación de vitaminas. “En este caso también abogamos por una cosmética ecológica, enriquecida y de proximidad”, explica su máxima responsable. Este espíritu también se traslada a los envases, que son de vidrio violeta, un material ecológico que permite ahorrar en conservantes. Su opacidad protege el contenido de los rayos más dañinos del espectro de luz, con lo que ralentiza los procesos de descomposición, protege la estructura molecular de los productos y mantiene sus propiedades durante más tiempo. A esto se une un embalaje para los pedidos online reciclable al 100%.

Proyecto “Bien pensado”

La farmacia Francisco J. Gómez Candañedo, ubicada en A Coruña, comenzó hace cerca de un año el proyecto “Bien pensado”, enfocado a dar visibilidad a los laboratorios más transparentes con la sostenibilidad y la fabricación responsable.

Esta iniciativa se basa en el hecho de que la industria farmacéutica no tiene la obligación de informar dónde y cómo se fabrican sus productos. Se trata de un proceso industrial que conlleva que se liberen grandes cantidades de residuos tanto en ríos como en vertederos que acaban filtrándose a aguas subterráneas, sobre todo en los países asiáticos. Además, en muchos casos no son restos biodegradables y se transforman en productos derivados más tóxicos que afectan a los ecosistemas.

A través de una etiqueta que se coloca en los artículos que se ven en los lineales de esta farmacia gallega con el anagrama “Bien pensado”, se informa al cliente en el momento de la compra de cuáles son las compañías que se comprometen con el medio ambiente y que respetan los derechos humanos de sus empleados durante el proceso de fabricación. “Para ello se han investigado diversos laboratorios y se han tenido en cuenta sobre todo a los que disponen de un informe de sostenibilidad auditado externamente”, destaca Francisco Gómez, su farmacéutico titular. “Desde la farmacia explicamos a los clientes que este es un proyecto de futuro con el que queremos hacerles llegar un artículo fabricado por una empresa que cumple unos principios básicos”, añade.

La recepción de los clientes de la farmacia ha sido muy positiva. Actualmente un 20% de aquellos que adquieren productos de venta libre preguntan el por qué de las etiquetas y agradecen la información, lo que potencia el continuar con la iniciativa. “Es importante resaltar que no queremos condicionar a nadie, pero sí vamos a resaltar el trabajo de los que luchan por la sostenibilidad”, afirma Gómez.

Este proyecto es un germen para un trabajo futuro que se quiere desarrollar desde esta farmacia. “Nuestro objetivo es aumentar los requerimientos a las empresas y no solo centrarnos en éstas, sino en los propios productos. Incluso llegar a pedir documentación sobre el análisis de riesgos del impacto de la fabricación de su producto tanto a nivel medioambiental como personal”, añade este farmacéutico.

Aunque por ahora solo se lleva a cabo en esta botica, su equipo está dispuesto a compartirla con otros compañeros. “Sería estupendo poder informar a los clientes de cuantas más farmacias mejor. Juntos tenemos más fuerza y con un pequeño esfuerzo podemos hacer mucho por la sostenibilidad”, concluye su titular.

Bolsas Rebotadas

Otro ejemplo es el de la farmacia rural Alicia Lama, situada en Quiroga, un pueblo de Lugo, que también ha decidido contribuir a la sostenibilidad medioambiental a través del reciclaje.

Como afirma su farmacéutica titular, “la idea del proyecto surge porque los rebotes de la cooperativa nos los envían en bolsas de plástico de manera individual debido a la imposibilidad de enviarlos por cubetas, lo que hace que en poco tiempo nos juntemos con muchísimas bolsas a las que no podemos darles otro uso. Como soy consciente de los problemas de reciclaje del plástico, decidí darles una nueva vida y formar con cada 3 una nueva más duradera, reutilizable, funcional y de aspecto comercial”.

Esta idea se puso en marcha hace más de dos años, durante la cuarentena provocada por la pandemia. Desde entonces se han fabricado unas 300 bolsas en esta botica rural, lo que conlleva el reciclaje de unas 900 bolsas individuales.

Según Alicia Lama, “se trata de un proceso laborioso. Abrimos las bolsas, las planchamos, juntamos sus lados, volvemos a plancharlos para que se unan, las cortamos y recortamos el interior de lo que será el asa”.

Al ofrecérsela a los clientes, el equipo les explica la importancia de traer la bolsa a la farmacia para su reutilización con el objetivo de que las asocien al reciclado, a la conciencia ecológica y al trabajo que implican. “Es una forma de darles valor no solo a las bolsas en sí, sino también a la farmacia, ya que los clientes nos lo hacen saber y están encantados con la iniciativa”, afirma Lama.

Desde este pequeño pueblo de Lugo les gustaría trasladar esta idea a otras farmacias que se encuentren en la misma situación y quieran reutilizar este producto. Como recalca su titular, “queremos dar a conocer el proyecto porque esas bolsas nos las mandan a una gran cantidad de boticas y puede ser una forma de darles muchas vidas”.

La contribución de la industria

Una de las acciones más importantes que realizan las farmacias con respecto a la sostenibilidad es el reciclaje de los medicamentos a través del punto SIGRE. Según los últimos datos presentados por este organismo, en 2021 se detectó una evolución positiva, ya el índice de reciclado de los envases fue casi del 70%, un 8% más que el año anterior, situándose en niveles prepandemia

Este es uno de los datos que se recogía en el informe que remitió este organismo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) el pasado mes de septiembre sobre la evolución de los indicadores clave de su actividad durante el pasado ejercicio. Del informe se desprenden otros datos interesantes: los laboratorios farmacéuticos aplicaron 421 iniciativas de ecodiseño que permitieron hacer más sostenibles 117 millones de los envases puestos en el mercado en 2021.

A este indicador se unen otros como el porcentaje de reducción en peso de los envases de medicamentos, las medidas de prevención aplicadas por área de actividad (reducción de materiales, minimización del impacto ambiental, mejora del reciclado, etc.) y las acciones de divulgación que se han realizado en este ámbito. En definitiva, grandes avances que permiten consolidar y hacer crecer al sector.

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