Las farmacias comunitarias ofrecen el control de la hipertensión arterial de manera más o menos pautada y con un nivel de seguimiento y tipo de servicio dispar. Sin embargo, pocas evalúan los costes y retorno de la inversión realizada en recursos humanos y materiales, por lo que la motivación para el desarrollo del servicio se busca en el valor añadido del mismo y la Atención Farmacéutica.
Salvador Tous i Trepat, farmacéutico comunitario en la ciudad de Barcelona y vocal de la delegación en Cataluña de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), ha realizado, a petición de FEFAC, una aproximación del balance económico de esta actividad para la oficina de farmacia.
Este farmacéutico, con MBA por la EAE Business School y Master en Información y Consejo Sanitario, ha calculado los costes orientativos (que incluyen gastos en personal y materiales) y beneficios que supone la realización del servicio, en tres de sus modalidades: Servicio de medida aislada de la tensión arterial, el de Automedida de la presión Arterial (AM PA) y el servicio de Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA). Para cada uno de ellos, ha tenido en cuenta el protocolo consensuado por SEFAC y la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), en el programa ImpactHta.
SERVICIO DE MEDIDA AISLADA DE LA TENSIÓN ARTERIAL (MAFC)
Según el protocolo, tras cinco minutos en los que el paciente se encuentra en reposo, se le realizan al menos dos medidas, separadas por dos o tres minutos, en el brazo control. Si la diferencia entre las dos medidas es > 5mmHg, se realizan dos más. Seguidamente se hace la media entre todos los resultados válidos (sin la primera si la diferencia es> 5mmHg).
Si se trata de personas mayores con mareo o de personas con sensación de mareo, se realiza una medida tras un minuto de pie (sin sentarse). Si la reducción de PAS > 20 mmHg y/o PAD > 10 mmHg, se utiliza esta medida para determinar el grado de control de la presión arterial. Además, el servicio incluye la valoración por parte del farmacéutico de los resultados y consejo sanitario o posible derivación.
Según los cálculos realizados por Tous, el tiempo estimado para la realización de las medidas se sitúa entre los 5 y los 20 minutos.
SERVICIO DE AuTOMEDIDA DE LA PRESIÓN ARTERIAL (AMPA)
El servicio de AMPA consiste en el alquiler de un tensiómetro validado que permite realizar las medidas en casa con un protocolo concreto, la descarga y análisis de datos obtenidos y la elaboración de un informe que debe ser explicado al paciente y, si es necesario, derivarlo a su médico.
Se tiene en cuenta que el procedimiento de actuación se desarrolla en dos fases. La primera consiste en la obtención del consentimiento informado, explicación del servicio y entrega del aparato. Una segunda fase incluye la recogida de las incidencias, descarga y análisis de datos y comunicación con el paciente. En esta modalidad del servicio, hay que valorar también los costes del aparato, el software y la impresión del informe. El tiempo dedicado a la primera fase se sitúa entre los 5 y los 10 minutos, y a la segunda fase, entre 10 y 20 minutos.
SERVICIO DE MONITORIZACIÓN AMBULATORIA DE LA PRESIÓN ARTERIAL (MAPA)
El servicio consiste en la colocación de un tensiómetro que efectúa medidas periódicas día y noche, la descarga y análisis de datos, la elaboración de un informe que debe ser comentado al paciente y, si es necesario, la derivación a su médico. El protocolo a seguir y utillaje es similar al de AMPA, pero en el MAPA el coste del aparato es más elevado. Además, el tiempo de la primera fase se sitúa entre 10 y 20 minutos y el de la segunda entre 10 y 15 minutos.
Tous apunta que también se podría analizar el gasto inducido y el ahorro de tiempo de gestión en los servicios avanzados como AMPA y MAPA, dado que no se necesitan tantas MAFC.
RESULTADOS
En el cálculo de los costes aproximados del servicio, Tous ha valorado el coste del aparato (incluyendo el plazo de amortización) y el salario del farmacéutico vinculado al tiempo empleado para el desarrollo del servicio, así como el coste de consumibles (folletos informativos y hojas de resultados).
Según los resultados, el servicio de medida aislada de la tensión tendría un coste estimado entre 1,6 y 5,18 euros. Por lo tanto, si se le asignara un PVP de 1,5 euros y se realizaran 300 al año, el coste sería de unos 1.650 euros en el supuesto de mayor dedicación de tiempo y el ingreso anual de 450 euros. Por tanto, el servicio sería deficitario. De hecho, para que comenzara a resultar rentable, el precio a pagar por el paciente en el supuesto de máxima dedicación de tiempo debería ser de 6 euros (si se hicieran 300 servicios anualmente), una cifra totalmente fuera de mercado.
En cuanto a la AMPA, se calcula que tendría un coste 6,76 euros; por tanto, si se fijara un PVP de 10 euros, se empezarían a obtener beneficios a partir de los cuatro servicios anuales. Siguiendo estos cálculos, si se llevaran a cabo por ejemplo 40 servicios al año, se obtendría un balance positivo de 130 euros.
En lo que respecta al MAPA, con un coste de unos 13,96 euros para la farmacia, si se le asignara un precio de 40 euros y se llevara a cabo en 40 pacientes al año, se obtendrían unos 1.041 euros de beneficio.
Es cierto que los pacientes que conocen la dinámica contribuyen a hacerlo todo más eficiente, porque se reduce el tiempo de explicación o bien aceptan la espera con normalidad. Por otra parte, los pacientes que lo conocen comprenden su utilidad y piden de motu proprio los servicios avanzados, siendo considerados estos los más “rentables”. Sin embargo, lo más importante es que el grado de control de la patología será en general más alto y tendrán mejores expectativas de salud. Por lo tanto, es fundamental conseguir un volumen mínimo de pacientes usuarios habituales.
CONCLUSIONES
Estos cálculos permiten hacer una aproximación del balance económico del servicio que no pretende ser exhaustiva, sino orientar sobre los costes y beneficios que conlleva, matiza Tous. “Tenemos que ofrecer servicios, pero siempre con los pies en el suelo y siendo conscientes de lo que hacemos”, señala, para añadir que “los servicios conllevan un gasto y hay que aproximarse al coste real”.
Opina que, si el farmacéutico comunitario se limita a los resultados, sólo sería rentable la realización del AMPA y MAPA, y a partir de un volumen determinado de servicios. Sin embargo, este farmacéutico comunitario da mucha importancia a la toma aislada de la tensión, y a hacerla bien, pues considera que intervienen otros factores más de peso y que son la base de la profesión farmacéutica, como son el trato personal con el usuario, el seguimiento de su salud y la Atención Farmacéutica.
“Son muy importantes las alianzas terapéuticas con los pacientes para alcanzar los objetivos en salud”, afirma. “Además, tenemos un lugar insustituible en el seguimiento del resultado del tratamiento. Con la receta electrónica se han espaciado los tiempos entre visita médica y hay un segmento de la población que el único sanitario que ve durante meses es el farmacéutico comunitario”, explica.
“Los servicios avanzados permiten mejorar, entre otros, la detección de la hipertensión de bata blanca y posibles casos de tratamientos que no consiguen adecuadamente su objetivo”, concluye.
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