El Comité de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (PRAC, por sus siglas en inglés) está revisando los datos disponibles sobre el riesgo de pensamientos suicidas y autolesivos relacionados con la toma de los medicamentos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), que incluyen Ozempic (semaglutida), Saxenda (liraglutida) y Wegovy (semaglutida). Estos fármacos se prescriben para bajar de peso y para tratar la diabetes tipo 2.
La agencia de medicamentos islandesa inició esta revisión tras obtener 150 informes de posibles casos de autolesiones y pensamientos suicidas en personas que se medicaban con liraglutida y semaglutida, dos fármacos que actualmente consumen más de 20 millones de pacientes anualmente.
La revisión se lleva a cabo en el contexto de un procedimiento señalado. Una señal es información sobre un nuevo evento adverso potencialmente causado por un medicamento o un nuevo aspecto de un evento adverso conocido que justifica una mayor investigación. En cualquier caso, la presencia de una señal no significa necesariamente que un medicamento haya causado dicho evento adverso. De hecho, en este caso concreto todavía no está claro si los casos notificados están relacionados con estos fármacos o con las condiciones subyacentes de los pacientes u otros factores. Lo cierto es que el comportamiento suicida no figura actualmente como un efecto secundario en la información del producto de la que dispone la Unión Europea para ningún agonista del receptor GLP-1.
¿Para qué se utilizan?
Hay cinco principios activos diferentes en los medicamentos agonistas del receptor GLP-1: exenatida, liraglutida, semaglutida, lixisenatida y dulaglutida. Todos ellos cuentan con alguna presentación comercial y requieren de prescripción médica.
Estos fármacos imitan la acción de la hormona péptido similar al glucagón tipo 1, cuya principal función es regular la insulina y el glucagón. Concretamente aumentan los niveles de insulina y disminuyen la secreción de glucagón, reduciendo los niveles de glucosa en sangre. Esto los convierte en una herramienta muy eficaz para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Además, ayudan a controlar el hambre al aumentar la sensación de saciedad.
De hecho, Saxenda y Wegovy están autorizados para el control de peso. Los pacientes deben combinarlos con dieta y ejercicio, y se prescriben a personas obesas o con sobrepeso que padezcan al menos un problema de salud relacionado con el peso. Ozempic, por su parte, está aprobado para el tratamiento de adultos con diabetes tipo 2 no suficientemente controlada con dieta y ejercicio, aunque desde hace algún tiempo se ha extendido su uso de forma no autorizada en personas sanas para perder peso.
La revisión de Ozempic, Saxenda y Wegovy comenzó el pasado 3 de julio y se prevé que concluya en noviembre de este mismo año. Además, la revisión se ha ampliado para incluir otros agonistas del receptor GLP-1.
Al igual que con todos los medicamentos, la EMA recomienda a los pacientes y profesionales sanitarios que utilicen estos tratamientos de acuerdo a las condiciones autorizadas, y que informen a las autoridades sanitarias sobre cualquier posible efecto secundario.
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