Aunque en el embarazo la mujer aumenta sus cuidados y evita los excesos, durante los días navideños tiene que enfrentarse a constantes tentaciones. La nutricionista Lucía Bultó analiza en www.disfrutatuembarazo.es diferentes platos que no afectarán al peso ni a la salud de las embarazadas y propone menús compensados para los días de celebraciones.
Primeros platos
Adelante con las sopas y cremas. Aportan minerales, vitaminas, fibra, hidratos de carbono y pocas grasas.
Sí a las ensaladas con vegetales. A veces se enriquecen con alimentos de origen animal tipo langostinos, jamón, pato, foie o marisco, pero es mejor sustituirlos por frutos secos, fruta fresca o queso. Para controlar las calorías, optar por una vinagreta ligera.
¡Cuidado con el marisco! Es preferible evitar el crudo y moderar el cocido, ya que puede resultar indigesto.
El médico aconsejará a cada embarazada si puede o no comer embutido. Escoger jamón, dulce o serrano, lomo embuchado y embutidos poco grasos y de calidad. No olvidar que son ricos en sal.
Segundos platos
Habitualmente son platos de aves, carnes o pescados -al horno o guisados- que aportan proteínas de alta calidad y no contienen mucha grasa. Lo idóneo es acompañarlos con guarniciones vegetales.
Postres
Comer fruta, piña, macedonia natural, melón, granada o naranja, esta última mejor preparada que en zumo.
Los turrones, que aunque ricos en calorías, son muy saludables ya que sus ingredientes principales son los frutos secos.
Bebidas
¡No al alcohol! Si la embarazada bebe, el bebé también lo hace… El agua fresca, aromatizada con unas gotas de limón, aligerará las digestiones y combatirá el estreñimiento.
Consejos
La nutricionista ofrece una premisa básica para las Navidades: compensar. Los días de las grandes comilonas son muy previsibles y se pueden combinar con tomas especialmente ligeras en la misma jornada.•
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