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Marta Mata. Veterinaria

Las enfermedades dermatológicas son uno de los principales motivos de consulta en la clínica veterinaria. Los problemas más habituales que encontramos son dermatosis por infecciones parasitarias, bacterianas y/o fúngicas, dermatosis alérgicas, dermatosis alimentarias y tumores o neoplasias dérmicas.

La mayoría de los problemas dermatológicos en el perro y gato cursan con prurito, lo que es muy molesto para el propietario, y como el perro y el gato no tienen capacidad para controlar el rascado, a menudo los problemas se pueden complicar con lesiones auto-traumáticas e infecciones bacterianas.

La parásitos externos son una de las principales patologías: la infestación por pulgas (o pulicosis), garrapatas, ácaros (Sarnas, Cheyletiella), piojos… son muy comunes en el día a día de las mascotas. El tratamiento de dichas patologías suele ser efectivo y en muchas ocasiones mediante los mismos productos que se usan como preventivos.

Otro frecuente problema dermatológico son las dermatitis, y de ellas la principal causa es la de origen alérgico. Se calcula que en 9 de cada 10 casos de dermatitis alérgica el origen está en el ambiente en el que vive el animal (ácaros, polen…). El resto suelen ser dermatitis alérgicas de origen alimentario. En el primer caso, el problema radica en una desestabilización de la estructura dérmica que genera la inflamación que da paso al picor y el consecuente rascado, y todo ello facilita la infección secundaria por parte de bacterias o levaduras. Así pues, la estrategia habitual consiste en una combinación de tratamientos:

  1. Se debe controlar el sistema inmune en la medida que podamos, ya que éste es el principal responsable al tratarse de reacciones alérgicas. Podemos usar vacunas de inmunoterapia, o fármacos inmunomoduladores de la respuesta, como ciclosporina.
  2. Reducir el purito para evitar inflamación y respuesta de rascado que causa lesiones auto-traumática. Es común el uso de corticoterapia y en la actualidad se prefiere usar las moléculas olacitinib (Apoquel) o lokivetmab (Cytopoint).
  3. Evitar las infecciones secundarias que principalmente son bacterianas o por levaduras. Antibióticos (amoxicilina, ácido clavulánico, cefalexinas, fluoroquinolonas…) y champús o lociones a base de clorhexidina y miconazol.
  4. Tratamientos para ayudar a mantener estable la estructura dérmica, a través de champús, capsulas, pipetas… con ácidos grasos, oligoelementos, etc.
  5. Es importante mencionar que las dietas específicas son de gran ayuda. Las dermatitis alérgicas suelen darse por suma de alérgenos, y a menudo los animales atópicos tienen sensibilidad a las proteínas usadas en los piensos fisiológicos. En el caso de la alergia alimentaria son la base de la terapia, ya que proporcionan proteínas hidrolizadas que evitan la respuesta inmunológica en la piel. Existen otro tipo de dietas con proteína procedente de otros alimentos (arroz, venado, pato…) que generan menor respuesta alérgica sin tener un coste tan elevado. En muchos casos, estas dietas están suplementadas con oligoelementos o ácidos grasos esenciales que permiten mejorar su estructura celular. Tanto las dietas hipoalergénicas como las de proteína alternativa suelen ser de buena ayuda para los animales atópicos.

Otras patologías

Las patologías neoplásicas en la dermis también significan un notable porcentaje de las visitas a las consultas veterinarias. Los nódulos son la forma más típica de expresión de estas neoplasias, aunque también encontramos manchas, alopecias o ulceraciones.
Otro motivo de visita es la alopecia no pruriginosa. Pueden provocarla problemas de la propia piel que alteran la funcionalidad de los folículos pilosos, o enfermedades endocrinas que causan este mal funcionamiento del folículo.

Tratamientos más usuales

Antipruriginosos. Son esenciales para conseguir que cese el picor y por lo tanto que el animal deje de autotraumatizarse. Los corticoides se han usado tradicionalmente para esta función en periodos relativamente cortos, mientras se establece un tratamiento de la patología principal. Los productos más importantes son Prednicortone (Dechra) y Depo-Moderín (Zoetis) por vía parenteral, si bien existe uno que se administra por vía tópica, el Cortavance (Virbac).

Inmunomoduladores. Necesarios en muchas dermatitis de origen alérgico, actúan con un mecanismo de acción diferente pero son muy efectivos frente al prurito. Apoquel y Cytopoint (Zoetis) son los productos más innovadores. Entre los tratamientos clásicos están las ciclosporinas (Atopica de Elanco, Modulis de Ceva o Cyclavance de Virbac).

Antiparasitarios. La aparición de los antiparasitarios externos orales (isoxazolinas) ha facilitado el tratamiento de algunas de estas parasitaciones que en algunos casos se convertían en un verdadero problema. Siguen existiendo más moléculas con las mismas propiedades como las permetrinas, piretroides, etc.

Antibióticos. Para detener y eliminar infecciones secundarias, los más habituales son las penicilinas (Sinulox de Zoetis, Kesium de Ceva), cefalosporinas (Therios de Ceva) o quinolonas (Marbocyl de Vetoquinol).

Antimicóticos. Para detener las infecciones por hongos o levaduras como Itrafungol (Ecuphar) o Isaderm (Dechra) por vía oral, o bien Malaseb (Dechra) de administración tópica.

Protectores de la barrera dérmica. Mantienen la estructura de la piel mejorando su funcionalidad. Son productos de esta categoría los nutracéuticos orales y tópicos con indicación dermatológica, como Atopivet (Bioibérica) o Coatex (Vetplus) entre otros.

Finalmente, tenemos los tratamientos tópicos en los que podemos distinguir entre productos terapéuticos y cosméticos. Los primeros tienen una indicación como parte de un tratamiento o como complemento de éste, mientras que los segundos ofrecen un efecto preventivo o directamente cosmético, como su nombre indica. Las principales marcas suelen ser gamas como Douxo (Ceva), Dermocanis (Ecuphar) o especialidades como Allermyl (Virbac).

Un mercado que cotiza al alza

Dada la heterogeneidad de los productos mencionados, resulta difícil establecer un volumen de ventas estimado, pero para obtener algunas referencias podemos mencionar el segmento de Inmunomoduladores como el más importante actualmente, con un valor a PVP de aproximadamente 26 Mio €, o bien los dermatológicos (no antinfecciosos) con un valor de unos 8 Mio €. En cuanto a los nutracéuticos con indicación dermatológica, su valor rondaría los 2 Mio €.

En definitiva, la dermatología se ha erigido como un campo importante dentro del cuidado de las mascotas. Supone uno de los motivos más habituales de consulta veterinaria e implica un mayor número de prescripciones, así como una creciente oferta de tratamientos para dichos problemas. Todo ello, como es obvio, repercute en el segmento dermatológico, que está registrando evoluciones considerablemente positivas.

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