Ángel Sanz Granda. Farmacéutico experto en Evaluación de Tecnologías Sanitarias
a.sanzgranda@gmail.com
Se observa un gran incremento en la realización de metaanálisis (MA), lo cual ofrece una gran agregación del conocimiento científico. Sin embargo, estos no son sencillos de realizar y la calidad de los mismos no siempre es óptima. Por ello, el autor del artículo analizado ofrece 5 aspectos a tener en cuenta por el lector cuando se enfrenta a un metaanálisis.
Primero, tener claro que no es lo mismo una revisión sistemática (RS) que un MA. La RS realiza una búsqueda estructurada de la literatura para evaluar críticamente los resultados obtenidos. El MA combina matemáticamente esos resultados para ofrecer un valor estimado medio. Así, el MA es la fase final de la RS, pero puede efectuarse sólo una RS sin MA.
Segundo, revisar la estrategia de búsqueda. Es preciso que se indique donde se han realizado la búsqueda: bases de datos, registros de ensayos clínicos, revisión manual de revistas, etc., así como se deberían ofrecer los algoritmos de la búsqueda en cada base. Un potencial sesgo, el de publicación -por el cual los resultados negativos no se publican-, puede ser detectado mediante los gráficos de túnel (funnel plots); sin embargo, aunque ello salga negativo, se tendrá en cuenta que siempre podrá existir un cierto sesgo de publicación.
Tercero, comprobar la medida de la heterogeneidad. Tras la búsqueda, es preciso analizar la calidad de los datos. Por ello, la heterogeneidad -diferencias entre los estudios seleccionados- debe ser evaluada. La heterogeneidad estadística se mide mediante el estadístico I2 que describe el porcentaje de variabilidad en las estimaciones del efecto, que no son producidas por el azar. Por su parte, la heterogeneidad clínica atiende a las diferencias en el diseño y metodologías de los estudios incluidos en la búsqueda; aunque no hay ningún test que mida este tipo de heterogeneidad.
Cuarto, decidir entre metaanálisis y ensayos clínicos aleatorizados. Una revisión de 1998 encontró un 23% de desacuerdo entre los resultados de ambos. Un MA será tan bueno como lo sean los estudios que lo conforman; por su parte, un ensayo clínico aleatorizado puede ser contradicho por un nuevo estudio posterior. Sin embargo, dado el potencial de resultados falsos positivos, un MA de varios ensayos clínicos -aunque fueran sólo dos- puede reducir el error potencial.
Quinto, resolver los resultados conflictivos. La Cochrane Collaboration sugiere algunas formas de analizar dicho problema, como el análisis de subgrupos, la meta-regresión -para diferencias en variables continuas-, el análisis a nivel de paciente -si es posible, en vez de análisis de datos agregados-, los metaanálisis en red, etc.
El autor concluye que los metaanálisis no son buenos ni malos en sí mismos y que dependen fundamentalmente de la calidad de los elementos que lo conforman, los estudios incluidos. Por ello, es imprescindible que deberemos evaluar siempre la calidad de un metaanálisis antes de aceptar irrefutablemente sus conclusiones y trasladarlas a la práctica.
Labos C. Meta-analysis: 5 things to know. Medscape. 2019, Nov 05 [accedido 5/11/2029] Disponible en:
https://www.medscape.com/viewarticle/904082?src=WNL_infoc_191019_MSCPEDIT_Peeves&uac=11951SN&impID=2135754&faf=1#vp_1.
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