Tipos de acné
En función del tipo de lesión predominante, su extensión y la presencia de cicatrices, el acné se clasifica en leve, moderado grave.
• Acné leve: se caracteriza por la presencia principal de lesiones o comedones no inflamatorios. Pueden aparecer pápulas y pústulas, pero siempre serán pequeñas y en un número muy reducido. Acné moderado: se manifiesta por la presencia de un mayor número de comedones, pápulas y pústulas inflamatorias.
• Acné grave: además de abundantes pápulas y pústulas inflamatorias se desarrollan nódulos y quistes. En esta clase de acné se encuentran el acné noduloquístico y el acné conglobata.
Causas del acné
Las causas pueden ser el resultado de la influencia tanto de factores externos (exógenos) como internos (endógenos).
Entre los factores endógenos se encuentran:
• la actividad hormonal (por ej. l ubertad, el embarazo, la menstrucción)
• la sensibilidad a algunas sustancias comedogénicas que se determina a través de factores genéticos
Entre los factores exógenos se encuentran:
• sustancias y principios activos farmacéuticos
• el estrés
Tratamiento
El tratamiento del acné, tanto farmacológico como cosmético, se centra en reducir y regular la secreción sebácea, evitar la obstrucción del folículo pilosebáceo, mantener controlada la flora microbiana dérmica, disminuir la inflamación y intentar evitar que las lesiones acaben provocando cicatrices permanentes. Pero además, independientemente de las medidas terapéuticas indicadas, existen unas normas de higiene básicas que se deben cumplir.
Los tres pasos más importantes para prevenir y tratar el acné:
1. Limpieza: El lavado con un jabón suave o un limpiador antes de la aplicación de los preparados tópicos contribuye a eliminar el exceso de sebo superficial, actuando como agentes coadyuvantes en el tratamiento del acné.
Los mejor tolerados son los jabones neutros o ácidos. Se pueden presentar en forma de pastilla, soluciones y cremas espumosas sin jabón. Es fundamentos que este tipo de productos limpien la piel de manera eficaz si resecarla. Por ello, deben actuar directamente en el folículo.
2. Exfoliación
3. Hidratación
Es fundamental para este tipo de pieles la HIDRATACION. En todos los tratamientos para el acne, pero en especial en el acne severo se debe aplicar crema, gel-crema que hidrate y calme la piel irritada y desecada por el tratamiento antiacneico.
1- Sustancias fitoterapeúticas
Arbol del té (Melalauca artenifolia)
El aceite esencial del Arbola de Te ( Tea Tree), posee un efecto antiséptico, bactericida, fungicida, cicatrizante.
Tiene buena tolerancia en piles sanas, no afecta al crecimiento normal de las células y posee una gran eficacia frente a Estafilococo aureus, E. coli, Candida albicans, No hay descrito ningún tipo de toxicidad, ni efectos secundarios: Sus propiedades antisépticas, fungicidas y cicatrizantes han sido reconocidas por el departamento de sanidad Australiano como sustancia indicada en el tratamiento del acne.
Gel de aloe (Aloe vera)
El gel de áloe posee entre otras una acción cicatrizante de heridas e antiinflamatoria. Todas estas propiedades son el resultado de la acción sinérgica de los diversos constituyentes del gel. Asimismo, debido a su contenido en mucílagos, el gel de áloe posee propiedades hidratantes y emolientes, de utilidad no sólo en terapéutica sino también en cosmética.
Bardana (Artium lappa l)
La bardana, por vía tópica, es una planta con actividad emoliente y protectora de la piel con acción antipruriginosa. De la bardana se utilizan las hojas, las semillas y la raíz fresca. Dentro de su composición química se encuentran lactosas, terpenos, ácidos fenólicos, aceite esencial, taninos, esteroides, sales minerales, poliínos y lignanos.
2- Sustancias farmacológicas
Peroxido de benzoilo
Es un agente oxidante con acción bactericida, comedolítica moderada y antiinflamatoria.
Se comercializa en forma de pomada, gel, crema y solución jabonosa en concentraciones de 2,5, 5 y 10%. La reducción de la inflamación, su principal efecto, se consigue incluso a bajas concentraciones; por lo que, ante la falta de respuesta en acné leve o moderado, generalmente es preferible asociar otro anti-acneico que incrementar la concentración. Puede producir ocasionalmente eritema, descamación (peeling) y el 1-2% pacientes presentan dermatitis alérgica de contacto. Inicialmente, se aplica una vez al día, y si se tolera bien dos veces al día; aunque es conveniente no aplicarlo simultáneamente con otros preparados tópicos para evitar irritaciones. Conviene advertir al paciente que el peróxido de benzoilo puede decolorar el cabello y la ropa.
Ácido azelaico
Tiene efecto bactericida (sobre P. acnes y S. epidermidis) y queratolítico.
Se aplica al 20% y puede producir irritaciones (aunque con menor frecuencia que el peróxido de benzoilo) y excepcionalmente fotosensibilización
Retinoides tópicos
Son derivados naturales o sintéticos de la vitamina A. En España, se comercializan el ácido retinoico al 0,025, 0,05 y 0,1%, la isotretinoína y el adapaleno.
Antibióticos tópìcos
Además de su efecto bacteriostático o bactericida frente a P. Acnes, tienen un
efecto antiinflamatorio directo. Son útiles en las formas leves y moderadas de acné inflamatorio, pero son poco eficaces en los comedones no-inflamatorios. Eritromicina al 2% y clindamicina al 1% son los antibióticos tópicos más ampliamente utilizados, ya que las tetraciclinas pueden manchar la piel y la ropa de amarillo. Pueden usarse 1 ó 2 veces al día, pero suelen obtenerse mejores resultados si se aplican 1 vez al día en combinación con peróxido de benzoilo u otros agentes queratolíticos
3- Otras agentes tópicos
Otros activos disponibles y clásicos en el tratamiento del acné son los queratolíticos y queratorreguladores, como los alfa-hidroxiácidos, el ácido salicílico, los compuestos de azufre y la resorcina, que favorecen la descamación superficial y reducen la cohesión de los corneocitos, realizando una acción exfoliativa a la vez que cuidan la piel.
Ácido salicílico
Los preparados que contienen sulfuros y ácido salicílico presentan habitualmente una eficacia inferior al resto de tratamientos tópicos más modernos. Sin embargo, el ácido salicílico puede ser una opción en algunos pacientes con acné co medoniano que no toleran los retinoides.
Alfa-hidroxiácidos
Son ácidos orgánicos naturales: ácido glicólico, láctico, cítrico, málico que rompen la cohesión de los queratinocitos y producen un efecto “peeling” superficial. Indicados sobre todo en acné comedogénico.
El más utilizado es el ácido glicólico al 5 y 10% en crema, gel o solución,
1-2 veces diarias. Sus efectos irritantes son escasos.
El ácido láctico alrededor del 6% regula de forma no agresiva la función cutánea alterada por el acné; aumentando la cantidad de ácido láctico en el folículo, su efecto queratolítico se dirige hacia las zonas de origen de las imperfecciones y del acné y las trata. El folículo se desobstruye y la función normal de la piel se restaura. Además, el ácido láctico tiene propiedades antibacterianas. Como factor natural de hidratación, el ácido láctico natural de la piel dispone de una capacidad y propiedades extraordinarias, ideales para controlar la inflamación y cuidar la piel con imperfecciones y tendencia acnéica.
Se pueden encontrar en presentaciones cosméticas, productos de higiene y estética y en medicamentos tópicos según su concentración. Se incluyen tanto en productos exfoliante como para el tratamiento.
Consejo farmacéutico:
- Limpieza: Realizar una limpieza 2 veces al día, antes de aplicar el tratamiento tópico. Uso de detergentes sintéticos (syndets) con pH ácido, y de tipo no iónico o catiónico. El color oscuro de los comedones no es debido a la suciedad, sino a la melanina y la oxidación de la queratina.
- SOL: Aunque el sol puede mejorar las lesiones del acné en un primer momento, se deben usar cremas de alto factor de protección no comedogenicas.
- Productos cosmeticos: Las personas con piel acneica debe usar cosméticos no comedogénicos y libres de grasa (oil-free). El uso de bases de maquillaje libres de grasa o cremas con color tipo suspensión, no solo no empeoran las lesiones sino que facilitan la autoestima de la mujer al disimular las marcas y rojeces. •
Una terapia pactada y consensuada con el propio adolescente incrementará el grado de adhesión terapéutica y por tanto las posibilidades de éxito
Cristina Batlle
Bibliografía
1- Bonet R. El acné: qué es y cómo combatirlo. Offarm, 08 2002; 21: 92-100.
2- Garrote A, Bonet R. Cuidado de la piel adolescente. Asesoramiento dermocosmético. OF. 2009; 28: 87-94.
3- López I, García B, Camacho F. Dermatitis de contacto en la adolescencia. Piel. 2008; 23: 296-32.
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