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Carlota Soler Arístegui. Farmacéutica

La onicomicosis es la enfermedad que más frecuentemente puede afectar a las uñas de los humanos, siendo responsable de más de la mitad de los casos de alteración ungueal (onicodistrofia). Es una infección de las uñas por hongos.

Etiología: agentes causales de la onicomicosis

A nivel mundial se estima que el alrededor del 10% de la población localizada en zonas geográficas industrializadas padecen onicomicosis y que esta incidencia va en aumento.
Esta enfermedad afecta más a menudo a las uñas de los pies que a las de las manos.
La onicomicosis es una enfermedad fundamentalmente de los adultos, sobre todo de mayores de 55 años. Es poco frecuente en los niños antes de la pubertad, más frecuente en las uñas de los pies, y sobre todo la de la uña del primer dedo, cuando hablamos de dermatofitos o de mohos no dermatofitos.

Por otro lado, las infecciones por levaduras Cándida son más frecuentes en las uñas de las manos y en las zonas del pliegue ungueal.

Diagnóstico

El paciente ha de ser diagnosticado por un especialista, médico o podólogo, pero lo que se puede observar es que un individuo tiene onicomicosis cuando presenta las uñas con encamación, engrosamiento y alteración del color.

El cultivo micológico es indispensable para determinar el agente etiológico. En la actualidad se dispone de una gran variedad de medios de cultivo preparados comercialmente que determinan el origen de la infección.

Prevalencia

En cuanto a la prevalencia de la enfermedad podemos confirmar que el haber padecido previamente una micosis acrecenta en varias veces el riesgo de volver a padecerla. Así como por cada año que aumenta la edad del paciente, el riesgo de sufrirla se incrementa varias veces. Ambos factores aumentan la frecuencia de la recidiva en diferentes porcentajes dependiendo del origen de los datos.

Causas del aumento de la incidencia de Onicomicosis
• Envejecimiento de la población.
• Aumento de la práctica del deporte.
• Utilización masiva de duchas y piscinas.

Consejo farmacéutico

La efectividad del tratamiento depende de: La edad del paciente, el agente etiológico, el número de uñas afectadas y la localización (manos, pies o ambos).

Tratamiento farmacológico

• Fármacos antifúngicos: por vía oral o tópica.
• Otros tratamientos: terapia con láser.

Estas infecciones por hongos son difíciles de curar, pero por lo general no causan complicaciones, por lo que se recomienda el tratamiento sólo si los síntomas son particularmente graves o molestos o si la persona corre riesgo de complicaciones. Por ejemplo, las personas con diabetes o con enfermedad vascular periférica y onicomicosis corren riesgo de desarrollar una infección potencialmente grave de la piel y de los tejidos blandos de los pies y las piernas.

Fármacos antifúngicos orales

Los antimicóticos, Itraconazol, Fluconazol y Terbinafina (Alilaminas), tienen efectos secundarios. El período de tratamiento no es corto, pero presentan una penetración en la matriz ungueal más rápida y persistente en el tiempo con un efecto terapéutico más prolongado.

Estos fármacos antifúngicos se toman durante unos 3 meses, e incluso después de este periodo de tratamiento, la uña puede seguir teniendo un aspecto anómalo. No obstante, dichos fármacos permanecen adheridos a la placa ungueal (la parte dura de la uña) y por lo tanto siguen siendo efectivos después de terminar el tratamiento. La uña deformada o coloreada ya existente no mejora, pero la nueva uña en crecimiento debe parecer normal.

Fármacos antifúngicos tópicos

Los tratamientos tópicos como crema, ungüento y solución son presentaciones que no penetran bien en las uñas, por lo que hoy está mucho más difundido el uso de la laca de uñas, que permite que el fármaco contacte con la uña durante más tiempo, siendo la liberación del principio activo lenta, sostenida y en concentraciones adecuadas:

  • El Ciclopirox Olamina es un fármaco antifúngico de amplio espectro cuyo mecanismo de acción no se conoce con precisión. Los estudios in vitro indican que su efecto fungicida se debe a que altera la permeabilidad de la membrana celular mediante disminución de la absorción de sustratos esenciales en células de los organismos susceptibles. Para el tratamiento de la onicomicosis se presenta como una laca de uñas; su eficacia no es tanta como la vía oral, pero es una alternativa para evitar los efectos secundarios de la vía oral.

Otros tratamientos son el grupo de los derivados azólicos y las Alilaminas:

  • Derivados azólicos: El mecanismo de acción de este grupo de antifúngicos se basa en la inhibición de la enzima lanosterol demetilasa, que induce un efecto fungistático que frena la proliferación del hongo, y se necesitan concentraciones altas para conseguir el efecto fungicida.
    El efinaconazol y el tavaborol son nuevos fármacos antifúngicos que se pueden aplicar directamente en la uña. A veces se recetan de forma complementaria a la vía oral.
  • Alilaminas: Los antifúngicos de esta familia tienen un mecanismo de acción basado en la inhibición de la síntesis de ergosterol, pero lo hacen interfiriendo una reacción enzimática distinta a la de los antifúngicos azólicos.
    La terapia tópica empleada en el tratamiento de la onicomicosis se considera la vía de administración preferente, ya que permite evitar los importantes efectos adversos sistémicos y las numerosas interacciones que se producen en la terapia oral. Sin embargo, los tratamientos locales presentan un alto índice de fracaso debido a la propia composición y estructura de la uña, que las hace bastante impermeables frente al paso de fármacos.

Tratamiento NO farmacológico

Terapia con láser

La aplicación de láser es una fuente de alta temperatura que hace desaparecer tanto el hongo como las esporas. Este tratamiento emplea el principio de la fototermólisis selectiva y aprovecha las diferencias de absorción de la energía del láser y conductividad térmica, entre la infección fúngica y el tejido circundante.

El formato es mediante luz pulsada para favorecer la disipación del calor por parte de los tejidos evitando, en gran medida, los efectos secundarios y molestias que puedan aparecer. Las longitudes de onda empleadas están calculadas para ser absorbidas por el agua de los tejidos, de manera que la energía del láser sea transformada en calor, y que a su vez no sean captadas por los demás cromóforos del cuerpo (melanina y hemoglobina).

Los resultados se consiguen en pocas sesiones. Habitualmente es suficiente con unas 4 sesiones de unos 6 minutos para la uña del dedo gordo del pie. No tiene efectos secundarios y se puede aplicar en todos los pacientes. Se trata de un tratamiento indoloro, pues el paciente tan solo percibe una sensación de calor intenso en la zona tratada.

Existe una amplia bibliografía sobre estudios donde se combina la terapia tópica del Ciclopirox o la amorolfina a diferentes concentraciones y la terapia laser conjuntamente.

Prevención y recomendación en el mostrador

Las medidas más importantes que se deben tomar para prevenir las onicomicosis son:

  • Tener una buena higiene personal.
  • Utilizar calcetines de algodón 100% y prendas de calzado transpirables y no oclusivas.
  • Evitar el traumatismo ungueal repetido, sobre todo debido a la masiva afición al “running”.

Existe una gran evidencia y muchos estudios donde se describe que el calzado actúa como reservorio de hongos y si se quiere un tratamiento más eficaz, nuestra labor hacia los pacientes con estas patologías es la recomendación de desinfectar el calzado con frecuencia.

Existen en el mercado polvos de talco con desinfectantes y antimicóticos incluidos en las fórmulas, fáciles de usar y permiten la aplicación en todo tipo de calzado.

La práctica de la desinfección del calzado en los tratamientos de onicomicosis no es habitual, pero se ha demostrado en amplios estudios que los pacientes que desinfectan el calzado obtienen mejor tasa de curación y menos recidivas con respecto de aquellos que no lo hacen.

El farmacéutico dispone de numerosos productos de fácil acceso para los pacientes que pueden ser utilizados para la desinfección del calzado. Es importante educar y llevar a cabo una buena praxis de los tratamientos informando a los pacientes que deben realizar la desinfección del calzado y cómo hacerlo de manera adecuada.

También el colegio de podólogos apuesta por que se puede mejorar la curación y disminuir la tasa de recidivas en los tratamientos de onicomicosis con la desinfección del calzado. Los zapatos muy utilizados en las primeras fases de la enfermedad, antes de comenzar el tratamiento, pueden albergar una elevada densidad de esporas de hongos, y si es posible, no deben utilizarse.

Otra recomendación para reducir la posibilidad de recidivas es mantener las uñas cortas, los pies deben secarse después del baño (incluyendo la zona situada entre los dedos).

Conclusión

La onicomicosis, no es una enfermedad grave pero su tratamiento y curación es larga. La adherencia y la prevención de la recidiva son factores claves y es el farmacéutico juega un papel importante.

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Halley
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