Se llama pediculosis a la afección cutánea producida por la infestación de piojos. Se localiza fundamentalmente en el cuero cabelludo. Y es una afección que sólo afecta a los humanos y que sólo transmiten los humanos.
Nos enfrentamos a unos parásitos muy contagiosos que se pueden propagar rápidamente de una persona a otra, sobre todo en grupos de gente, de ahí que sea muy común que los niños se contagien en la guardería, en el colegio o en otra entidad educativa así como en algún campamento de verano.
La forma de contagio puede ser directa, es decir, de cabeza a cabeza. O de manera indirecta, a través de peines, sábanas, toallas o gorras. Estos parásitos actúan gracias a unas pinzas especialmente adaptadas que les permiten aferrarse y colgarse firmemente al pelo. Suele afectar más a las niñas por la longitud del cabello y el uso compartido de accesorios del pelo.
No influye la estación ni la época del año para la reproducción de los piojos ni el contagio. Es por ello que se trata de un parásito permanente que puede atacar en cualquier momento. Aunque son muy molestos ya que pican e irritan el cuero cabelludo, no transmiten enfermedades ni son peligrosos para la salud.
¿Cómo debemos combatir el problema de piojos?
Atendiendo al refranero español, podemos decir que no hay mejor ataque que una buena defensa, y que más vale prevenir que curar. Y es que estas dos frases se cumplen en el caso de los piojos.
Como sabemos que es un parásito permanente, que suele atacar a niños de edades comprendidas entre los 3 y los 12, y sobre todo a niñas, si ese es el caso de nuestros hijos, tenemos que actuar ya que podemos prevenir el contagio antes de que suceda.
Obviamente, nadie quiere llenar la cabeza de sus hijos de productos químicos si no es absolutamente necesario. De ahí, que no se utilicen para la prevención, sólo para la curación. Además, debido al uso reiterativo de estos productos químicos para la eliminación de los piojos, estos están desarrollando ciertas resistencias, por lo que estos productos usados comúnmente están resultando actualmente poco eficaces.
Es por esto que las madres y padres buscan otros medios, cansados de soluciones pocos eficaces. Gracias a la aromaterapia científica contamos con otras alternativas de carácter 100% natural que puede ser la opción preventiva y curativa menos agresiva, más eficaz y más natural para las cabezas de nuestros hijos (mayores de 30 meses) o para las nuestras propias (excepto mujeres embarazadas y en periodo de lactancia). Hoy en día, contamos con champús creados a base de aceites esenciales que no dañan el cuero cabelludo, que se pueden utilizar con la frecuencia deseada y qué actúan eficazmente protegiendo las cabezas de los niños de estos indeseables y molestos bichitos.
Esta puede ser la opción natural que utilicemos este curso escolar para enfrentarnos a la pediculosis, así como la revisión periódica, cada 3 ó 4 días, de las cabezas de nuestros hijos, y la especial atención a gorras y accesorios del pelo, que puedan ser intercambiables, puesto que suelen ser vehículo de transmisión de piojos. •
Roberto Pierobon
Director General de Pranarôm España
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