Llega el verano y apetece tomar el sol y lucir una piel bronceada. El sol es una fuente de energía imprescindible y tiene múltiples beneficios como la síntesis de vitamina D, favorecer la circulación sanguínea, prevenir o mejorar lesiones dérmicas e influir positivamente en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, sus radiaciones pueden tener efectos nocivos sobre la piel como quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, afecciones oculares, fotodermatosis y cáncer de piel. Estos efectos pueden producirse como consecuencia de una exposición inadecuada, excesiva e incontrolada al sol.
Debemos tener en cuenta que el ozono, por un lado, actúa como como un filtro sobre las radiaciones emitidas por el sol. Por otro lado, la piel se protege de los efectos perjudiciales del sol mediante la producción de melanina. Y finalmente para protegernos de los rayos solares debemos utilizar los productos cosméticos denominados protectores solares y seguir una dieta rica en beta-carotenos y vitaminas. En este sentido también existen productos comerciales para complementar la dieta con estos nutrientes.
Efectos perjudiciales del sol
La luz solar cuando llega a la superficie terrestre se descompone en diferentes radiaciones clasificadas según su longitud de onda en: ultravioletas, visibles e infrarrojas. A su vez las radiaciones UV se dividen en A, B y C, estas últimas son las más peligrosas pero son retenidas por la capa de ozono.
Las radiaciones UVB tienen un poder de penetración en la piel limitado. Estas radiaciones producen eritema y enrojecimiento, y son las responsables del proceso de pigmentación de la piel favoreciendo el bronceado. Las radiaciones UVA poseen menor energía, pero penetran más profundamente en la piel, son responsables de la aparición de la pigmentación inmediata, de la fotodermatosis, pueden desencadenar alergias solares, y a largo plazo producen el fotoenvejecimiento de la piel. Las radiaciones infrarrojas potencian los efectos nocivos de las UVA.
Fotoprotección artificial. Cremas solares
En la oficina de farmacia existen en la actualidad una gran variedad de productos destinados a la protección frente a las radiaciones solares. La labor del farmacéutico es asesorar sobre el producto más adecuado dependiendo del fototipo de piel de cada persona (tabla 1). Cuanto menor es el fototipo más elevado tiene que ser el fotoprotector a utilizar.
Una vez determinado el fototipo de piel se puede seleccionar el fotoprotector con el factor de protección más adecuado (tabla 2).
Los fotoprotectores disponibles en la oficina de farmacia son productos cosméticos regulados por el reglamento europeo 1223/2009. Además, la Comisión Europea elaboró una recomendación el 22 de septiembre de 2006 relativa a la eficacia de los productos de protección solar y a las declaraciones sobre los mismos. Esta recomendación refleja, entre otros aspectos, la indicación de mostrar las cuatro categorías de fotoprotección (baja, media, alta y muy alta) al menos tan destacado como el factor de protección solar, no incluir expresiones tales como “pantalla total” o “no necesita aplicarse más de una vez”, indicar que la crema no protege al 100% de las radiaciones solares e incluir el modo de empleo y las instrucciones de uso.
Las presentaciones disponibles comercialmente incluyen lociones, cremas, geles, sticks, sprays, polvos de maquillaje, etc.
Los productos de protección solar contienen sustancias que actúan como filtros solares, y atenúan el efecto nocivo de las radiaciones solares sobre la piel.
Las características que definirían a un filtro ideal son: amplio espectro de protección frente a las radiaciones, estable térmica y lumínicamente, resistente al agua, no irritante y fácil de aplicar. En los últimos años, el avance de la tecnología galénica ha solventado muchos de estos problemas y existen comercialmente muchos productos que reúnen todas estas características. El reglamento europeo de productos cosméticos incluye en su anexo IV los filtros solares permitidos y la concentración a la que pueden utilizarse.
Desde el punto de vista del mecanismo de acción, los filtros solares los podemos clasificar en los siguientes grandes grupos:
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Filtros físicos:
Estas sustancias actúan formando una pantalla que refleja la luz solar, y por lo tanto, impiden el paso de las radiaciones (UVA, UVB e IR). Se trata de sustancias minerales, principalmente óxido de zinc y dióxido de titanio. Las principales ventajas de estas sustancias son su efecto inmediato y que al tratarse de sustancias inertes químicamente no reaccionan con otras sustancias; además tienen menos riesgo de producir alergias. Son productos que están especialmente indicados en niños. Entre los principales inconvenientes cabe destacar que son sustancias que se extienden con dificultad y su menor fotoestabilidad. Sin embargo, estas desventajas han sido resueltas con la aparición de los preparados micronizados: suspensiones de partículas finas transparentes y recubiertas de sustancias lipófilas.
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Filtros químicos:
Son sustancias que absorben y reaccionan químicamente con los fotones de la luz solar, convirtiéndolos en productos inocuos para la piel.
Dentro de los filtros químicos algunos son más eficaces contra las radiaciones UVB, entre los que se encuentran el ácido paraaminobenzoico (PABA) y sus ésteres (ej. Ethylhexyl dimethyl PABA, PEG-25 PABA), los cinamatos (ej. ethylhexyl methoxycinnamate, isoamyl p-methoxycinnamate), los salicilatos (ej. ethylhexyl salicylate, homosalate), octocrileno, fenilbenzimidazol y ensulizole. El PABA fue la primera sustancia utilizada pero ha ido sustituyéndose por el resto de productos debido a que puede producir reacciones cutáneas. Los cinamatos y el octocrileno son los más ampliamente utilizados en los fotoprotectores por su fotoestabilidad, además el octocrileno aumenta la resistencia al agua. Los salicilatos son muy seguros pero absorben menos la radiación y se utilizan para incrementar la potencia de otros absorbentes UVB. El ensulizole se caracteriza por ser soluble en agua, utilizándose en formulaciones menos grasas y en geles.
Entre los filtros que absorben las radiaciones UVA se encuentran las benzofenonas, la avobenzona, las antralinas, y el ácido tereftalideno-dialcanfor sulfónico.
Dentro de las benzofenonas, la oxibenzona es la que más se utiliza y absorbe los UVB y UVA cortos, mientras que la avobenzona y el ácido tereftalideno-dialcanfor sulfónico captan en todo el espectro UVA.
También existen filtros que absorben tanto las radiaciones UVB como las UVA, como por ejemplo el drometrizol trisiloxano. Esta sustancia formulada junto con el ácido tereftalideno-dialcanfor sulfónico potencia su efecto fotoprotector.
Los filtros químicos son los más utilizados en los productos cosméticos porque son transparentes, no manchan la ropa y se extienden mejor. Sin embargo, también presentan algunos inconvenientes como que para tener efecto necesitan 30 minutos y que tienen más probabilidades de producir reacciones alérgicas.
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Filtros órgano-minerales
Estos filtros son una combinación de las modalidades anteriores, de manera que actúan absorbiendo y reflejando la radiación solar con un resultado que garantiza la seguridad y protección. Dentro de este grupo se encuentra el Bisoctrizole o methylene bis-benzotriazolyl tetramethylbutylphenol
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Protectores biológicos
Son sustancias antioxidantes que potencian el subsistema inmunológico cutáneo secuestrando los radicales libres generados por acción de la radiación UV sobre el ADN. En este grupo se encuentran los carotenoides (b–caroteno, licopeno, etc), polifenoles (flavonoides, extracto de té, de granada, ácidos hidroxicinámicos, Polypdium leucotomos, etc.), cafeína, vitamina E, tocoferol, pre-tocoferil, ácido ascórbico, etc.
Normalmente los productos comercializados están formados por una combinación de filtros con efectos complementarios y sinérgicos que garantizan la utilización de un mínimo de filtros químicos en las fórmulas, junto con sustancias antioxidantes o reparadoras del ADN que corrigen los efectos indeseables de las radiaciones.
Además los protectores solares llevan en su composición sustancias hidratantes, calmantes, regeneradoras, etc.
Nutrición, vitaminas y fotoprotectores orales
Además del uso de fotoprotectores tópicos para lograr una adecuada protección frente al sol es muy importante también protegerse desde dentro, por ello es fundamental seguir una dieta equilibrada rica en nutrientes que protejan la piel, como carotenoides, vitaminas, flavonoides y polifenoles.
Estos nutrientes también pueden obtenerse a través de complementos alimenticios que se consumen antes, durante y después de la exposición al sol y que ayudan a minimizar los efectos nocivos de las radiaciones, además de activar y prolongar el bronceado; se denominan fotoprotectores orales. Estos productos incluyen sustancias con efectos antioxidantes como carotenos, vitaminas C y E, omega 3, polifenoles de té y vino; y sustancias que ayudan a mantener la hidratación y elasticidad de la piel como aceite de borraja, aloe vera, aceite de Argán, etc. La combinación de estas sustancias, al igual que sucede con los fotoprotectores tópicos, aumenta el efecto fotoprotector al actuar de manera sinérgica y complementaria. Estos productos deben considerarse complementarios a la fotoproteccion tópica y nunca sustitutivos.
Consejo farmacéutico
El farmacéutico de oficina de farmacia desempeña una labor fundamental en el asesoramiento sobre protección solar. Por un lado, puede recomendar el fotoprotector más adecuado para cada tipo de piel, y por otro, puede realizar una tarea educativa recordando los peligros del sol y las pautas de comportamiento adecuadas para minimizar sus efectos, como evitar largas exposiciones (sobre todo en las horas más peligrosas), utilizar el fotoprotector con la frecuencia y la cantidad adecuada, seguir una dieta rica en nutrientes, antioxidantes, etc.•
Susana Andueza
Doctora en Farmacia
El mercado de solares continúa al alza Según apuntan los datos de la consultora IMS Health, los españoles consolidan la idea de que es necesario utilizar protección a la hora de tomar el sol, ya que los protectores solares, tanto para adultos como para el público infantil, continúan incrementando sus ventas en España. De hecho, durante el periodo acumulado marzo 2013-marzo 2014, los fotoprotectores para adultos colocaron en el mercado un 5,8% más de género que se tradujo en cerca de 6 millones de artículos vendidos, alcanzando una facturación global de 101,59 millones de euros, casi un 10% más que el periodo anterior. En el caso de los artículos destinados a niños (con el nivel más alto de protección para que se adecue a las necesidades de su piel), también se experimentaron fuertes subidas: concretamente un 8,3% en valor (con una facturación de 22,68 millones de euros), y un 6,7% en volumen (1,28 millones de productos vendidos). Isdin logra en el mercado de adultos el 30,2% de cuota de mercado en unidades y el 34,4% en valor, seguido de Avéne, con el 20,9% en volumen y el 18,6% en valor. Completan el Top 5 IFC, con un resultado del 10,3% del volumen vendido en las farmacias y 12,2% en valor; La Roche Posay, con el 15,9% del total de fotoprotectores despachados y el 19,1% del total de la facturación; y Vichy, con el 5,1% en volumen y el 4,5% de los ingresos totales del mercado. Casi idéntico es el ranking de productos infantiles, nuevamente liderado por Isdin, en este caso con el 39,6% en valor y cerca del 46% en volumen, muy distanciado del resto de marcas. Avéne, que ocupa la segunda posición, obtiene el 15,6% de la cuota de mercado en el número de productos vendidos y el 15,1% en facturación; la Roche Posay se alza con el tercer puesto y un 10,7% y un 11,4% en volumen y valor respectivamente; y cierran el Top 5 Vichy, superando el 8% tanto en volumen como en valor, y Beiersdorf, con el 5,7% en valor y el 4,7% en volumen. Segmentos que caen Sin embargo, los productos para después del sol experimentan una fuerte caída, facturando 5,6 millones de euros por algo más de medio millón de productos vendidos. Nuevamente Isdin lidera ampliamente el mercado con el 35,3% de aftersuns despachados y el 34,6% en valor, muy alejado del resto de sus competidores, todos ellos con cuotas que rozan el 10%: Avéne, Lacer, Vemedia y Stada cierran el Top 5. También el mercado de los activadores de la pigmentación ha sufrido un notable descenso en el último año, alcanzando las 385.000 unidades vendidas y facturando 8,55 millones de euros. IFC fue el laboratorio que logró los mejores resultados, con el 26% de la cuota de mercado en volumen y el 31,9% en valor. Le siguen en el ranking Inneov, Arkochim, Diafarm y Dermofarm.• |
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