Si bien es cierto que la aparición de manchas en la piel representa un motivo frecuente de consulta a dermatólogos, farmacéuticos y esteticistas a lo largo de todo el año, sobre todo en la población femenina, es después del verano cuando se intensifica la preocupación por aplicar los cuidados dermatológicos más efectivos para corregir las antiestéticas manchas.
En este sentido resulta fundamental conocer en cada caso el tipo dehiperpigmentación y sus causas, a través del diagnóstico del estado de la piel, a fin de descartar otros procesos de distinto origen y de seleccionar las soluciones más efectivas.
Dentro de las hiperpigmentaciones o hipercromías más comunes, cabe diferenciar entre:
- Efélides o pecas, cuya aparición está condicionada por la genética y que destacan en la estación más soleada del año, atenuándose en invierno;
- Melasma, localizado generalmente en la cara, y asociado a desequilibrios hormonales, como los experimentados durante el embarazo y la menopausia, tratamientos con anticonceptivos orales, o el uso de cosméticos o de rayos UV. Suele oscurecerse en verano;
- Léntigo o manchas seniles, lesiones que suelen aparecer a partir de los 60 años y están relacionadas con una historia de larga exposición solar y quemaduras intermitentes. Persisten incluso cuando cesa la exposición a los rayos solares;
- Hipercromías post-inflamatorias, provocadas por lesiones, acné, dermatitis atópicas o quemaduras;
- El origen común de todas ellas es un desequilibrio en la producción de melanina, el principal pigmento de la piel, que ejerce dos funciones: protege frente a radiaciones, particularmente la ultravioleta, y puede captar radicales citotóxicos.
- Nevus o lunares, que no experimentan variación con la exposición solar, si bien la radiación solar puede causar su evolución hacia los melanomas (formas tumorales malignas);
Estos últimos causados por alteraciones en los melanocitos, células especializadas localizadas en la epidermis en las que tiene lugar la melanogénesis o formación de melanina, en unas estructuras denominadas melanosomas. Se trata de un proceso altamente complejo, condicionado por factores como los rayos ultravioleta, la herencia genética y las hormonas, y en el cual juega un papel fundamental la enzima tirosinasa, que convierte la tirosina en dopaquinona y requiere como cofactor el cobre.
El abordaje de las hiperpigmentaciones se basa en la prevención: los expertos reiteran la necesidad de utilizar una fotoprotección que tenga en cuenta tanto el tipo de piel como el nivel de exposición a la radiación solar. No obstante, si a pesar de haber adoptado las debidas precauciones nos encontramos con nuevas manchas en la piel, el otoño y el invierno son las estaciones más indicadas para tratar estos problemas.
El abanico de opciones es muy variado, e incluye tratamientos con tecnología láser e IPL, peelings médicos, y tratamientos despigmentantes. La elección del tratamiento (médico, estético, o una combinación de ambos) dependerá del tipo de hipercromía.
Los despigmentantes
Los productos despigmentantes que podemos encontrar en la oficina de farmacia incluyen cremas, lociones, jabones, ampollas, peelings faciales, etc., cuyos ingredientes activos frenan la melanogénesis o decoloran la melanina ya formada, produciendo la decoloración de la piel.
La mayoría de ellos presentan asociaciones de distintos ingredientes despigmentantes, junto con sustancias exfoliantes y antioxidantes, con el objetivo de lograr una sinergia de acción y minimizar eventuales efectos secundarios: algunas de las sustancias despigmentantes pueden causar enroquecimiento, picor, irritaciones de la piel. En algunos casos, a raíz de estos efectos, la legislación prohibe su utilización como ingredientes cosméticos, o limita la concentración máxima permitida en esta categoría de productos.
Los resultados se aprecian tras un periodo de tratamiento generalmente largo, de 23 semanas como mínimo, y resulta esencial utilizar durante y después del mismo un fotoprotector complementario, sobre todo si el producto no contiene filtro solar.
Las cremas pueden aplicarse en toda la piel o en la zona afectada, empezando con una aplicación diaria durante los primeros 7 días. Si no se observan reacciones secundarias, se pasa a dos aplicaciones al día.
La aplicación de serums suele estar reservada a la noche.
Existen formulaciones más concentradas, con aplicadores en pincel que permiten la administración reiterada y localizada en la zona de la mancha, para un tratamiento más intensivo.
Las ampollas monodosis suelen formularse con ácido ascórbico, alfa-hidroxiácidos, ácido glicólico y proteoglicanos entre otros componentes. Según el tipo de ingredientes, se busca una acción de peeling o de prevención de la formación de manchas. Se aplican en la piel perfectamente limpia, antes de acostarse, favoreciendo su absorción mediante un suave masaje con la yema de los dedos.
Sustancias despigmentantes
Se clasifican en tres grupos:
1) Inhibidores enzimáticos de la tirosinasa
- Hidroquinona y derivados: Son los despigmentantes más eficaces, sin embargo por encima del 2% de concentración pueden producir enroquecimientos y quemaduras; por ello actualmente se prohíbe su uso en productos cosméticos, quedando restringido al manejo por especialistas. Uno de sus derivados es el resorcinol, cuya utilización como ingrediente en formulaciones cosméticas también está prohibida.
- Ácido kójico al 0’05%-4% y sus derivados. Deriva de la fermentación del hongo Cojiasperilusoryza. Actúa como quelante del cobre, cofactor de la enzima tirosinasa y de la consiguiente inhibición de la melanogénesis. Se formula con antioxidantes como el ácido ascórbico para mejorar su estabilidad.
- Ácido fítico: actúa como quelante del cobre y como antioxidante.
- Extractos vegetales, utilizados tradicionalmente para aclarar el tono de la piel, como la gayuba (Arctostaphylus uva), el sohahuki (Morusnigra), el limón (Citrus limonum), el té verde (Camelia sinensis), la manzanilla (Chamomilareticuta), Foeniculumvulgare y Nasturtiumofficinale, entre otros. Actúan como competidores de la tirosina o bien inhiben su síntesis.
- El ácido ascórbico o Vitamina C: Antioxidante que estimula la síntesis de colágeno e inhibe la producción de melanina por reducción de la O-quinona. Se encuentra también en suplementos nutricionales, administrados por vía oral.
2) Inhibidores no enzimáticos de la tirosinasa
- Ácido azelaico al 20%: Su empleo en el tratamiento de las hiperpigmentaciones cutáneas surgió de la observación clínica de las hipocromías asociadas a infecciones por Pityrosporum ovale. Su acción anti-tirosinasa inhibe la síntesis de melanina. Suele formularse con el ácido glicólico. Sus derivados son la azeloglicina y el retinol.
- Ácido lipoico al 2-8%.
3) Sinergizantes
- Alfahidroxiácidos. Los más utilizados son el ácido láctico y el ácido glicólico (8%-15%). Actúan mediante una suave descamación de la piel y dispersión de los gránulos de melanina. Se necesitan tratamientos prolongados.
- Retinoides (Tretinoina o ácido trans-retinoíco, Tazaroteno, Isotretinoína o ácido cis-retinoico): Actúan inhibiendo la producción de melanina. Se dispone de concentraciones entre 0.025-0.1%. Sólo en medicamentos con receta.
- La Vitamina E (Alfa-Tocoferol): Como antioxidante se opone al estrés causado por la exposición a los rayos UV. Por vía tópica y en suplementos nutricionales.
Consejo farmacéutico
Los despigmentantes representan una solución eficaz al problema de las manchas cutáneas, pero no hay que olvidar que los resultados se aprecian a partir de las 2-3 semanas del comienzo del tratamiento, y que se necesita constancia. Además deben integrarse en una estrategia global de cuidados de la piel que incluya, entre otros:
- Los tres pilares para un adecuado mantenimiento de la piel: limpieza, hidratación y nutrición, complementados por la exfoliación periódica, posiblemente evitando productos agresivos.
- Utilizar durante todo el año una crema hidratante con factor de protección, como mínimo de 15, aunque especialmente a partir de los 35-40 años se recomienda elegir productos con un SPF más alto y, mejor aún, optar por formulaciones específicas antimanchas.
- Evitar la exposición prolongada al sol, y utilizar en todo caso fotoprotectores con SPF adecuados a nuestro tipo de piel, aplicándolos a intervalos regulares, prestando especial atención a las zonas más sensibles de la piel.
- “Camuflar” las manchas recurriendo a productos correctores, específicamente formulados para disimular ópticamente las imperfecciones cutáneas.
El objetivo final será lograr la atenuación de las manchas ya formadas y evitar la repigmentación de la zona afectada, además de prevenir la aparición de nuevas hipercromías.•
Bárbara Iacoangeli
Farmacéutica
El mercado de despigmentantes se mantiene estable
Es muy común a la vuelta de vacaciones encontrarse con el problema de las manchas en la piel, y aunque su aparición puede deberse a diversas causas como el embarazo o la toma de anticonceptivos, la exposición a la luz solar suele hacer más evidente este tipo de alteraciones pigmentarias, que incluso pueden estar inducidas por la radiación ultravioleta. Actualmente existe una amplia gama de productos en las farmacias que ayudan a “borrar” las manchas o imperfecciones de tono oscuro de la piel. Durante el periodo julio 2013-julio 2014, este mercado facturó 13,6 millones de euros (medio punto más que el anterior ejercicio), que fueron el fruto de la venta de 461.000 unidades (un 3,1% menos que el pasado año), según datos de la Consultora IMS Health. IFC fue el laboratorio que más productos despigmentantes vendió en España colocando en las farmacias el 10,8% de su producto y un 12,5% del valor total de este segmento. Le sigue Caudalie, que logró el 8,2% del volumen y el 11,6% del valor. La Roche Posay, con un 9% del total de despigmentantes vendido, recaudó un 9, 5% de la facturación global. Marti-Tor Impomedic obtiene unos resultados similares, concretamente un 9,4% en unidades y un 9,2% en facturación. Cierra el Top 5 Laboratorios Viñas, con un 8,8% del producto despachado en farmacias y un 6,2% del valor.•
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