Los viajes suponen un cambio de nuestro entorno habitual que puede conllevar algunos trastornos en la salud, por lo que es fundamental disponer de un buen botiquín de viaje. Su contenido deberá adaptarse a las necesidades del viajero y al lugar de destino. La oficina de farmacia suele ser el lugar donde consultan la mayoría de viajeros, especialmente en los viajes de riesgo moderado, por lo que debemos ofrecer un consejo farmacéutico individualizado y, en casos de viajes de alto riesgo, disponer de algunas direcciones necesarias. |
- Antes del viaje
Antes de salir de viaje resulta imprescindible preparar un botiquín de viaje (Tabla 1) con medicamentos y otros productos que permitan al viajero superar cualquier molestia inesperada, accidente, lesión o emergencia hasta conseguir la atención médica adecuada. Además, este botiquín debe incluir una serie de medicamentos específicos que se elegirán según el lugar de destino, la actividad que se vaya a realizar y la salud del viajero.
En cuanto al destino elegido para el viaje es preciso recordar que todo viajero que vaya a realizar un desplazamiento a un país exótico o tropical o a países que sean zonas endémicas de diversas enfermedades, debe acudir, con una antelación mínima de 4 semanas, a los centros de vacunación internacional de las diferentes provincias (la dirección y el teléfono se pueden encontrar en el siguiente enlace: http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/centrosvacu.htm). En estos centros se les proporcionará información sobre las enfermedades endémicas del país de destino, la necesidad de vacunación (así como si para entrar en el país se exige el Certificado Internacional de Vacunación), las precauciones que se deben tomar y las medidas higiénicas recomendables.
Las actividades que realicen durante el viaje, dependiendo de si es un viaje de aventuras, cultural, etc. también condicionan el tipo de trastornos que pueden aparecer, por lo que se tendrán que incluir medicamentos específicos para cada situación. Finalmente, la salud del viajero también supone incluir en el botiquín medicación específica para paliar sus necesidades. En el caso de los pacientes crónicos se recomienda llevar suficiente medicación para todo el viaje. En el extranjero es probable que algunos medicamentos no estén comercializados o tengan otro nombre comercial, por lo que es importante que los pacientes crónicos lleven consigo un informe médico detallado en inglés, con la patología que padece, el diagnóstico y el tratamiento médico detallado con la denominación común internacional (DCI).
- Durante el viaje
– Medidas higienicodietéticas
Para evitar riesgos innecesarios una de las labores del farmacéutico comunitario consiste en recordar a todo viajero que la adopción de toda una serie de medidas dietéticas y de higiene personal pueden evitar el contagio de diferentes enfermedades en los lugares de riesgo. Así, por ejemplo, se debe recomendar consumir agua embotellada, si es carbonatada mejor, y evitar el uso de cubitos de hielo en cualquier bebida. Asimismo, el viajero debe seleccionar alimentos con garantías, lavarlos y prepararlos con agua potable, cocinarlos a temperaturas superiores a los 70ºC y evitar comprar alimentos en los puestos callejeros, comer siempre la fruta pelada y evitar las ensaladas y verduras frescas. Finalmente, respecto a la higiene personal se recomienda lavarse las manos con agua y jabón con mucha más frecuencia, especialmente antes de comer o de manipular los alimentos.
– Problemas sanitarios más frecuentes que pueden aparecer durante el viaje
1. Mareo del transporte
En los desplazamientos en coche, avión y barco se puede producir el denominado mareo cinético o del transporte, que se origina por el desplazamiento de los fluidos del laberinto del oído interno. El tratamiento es preventivo mediante la utilización de antihistamínicos H1 como el dimenhidrinato o la meclozina. Ambos tienen características farmacológicas similares, pero la meclozina tiene una acción más prolongada. Se presentan en diversas formas farmacéuticas (chicles, comprimidos, jarabes, etc.) y en presentaciones infantiles y para adultos. Se debe recordar a las personas que utilicen estos fármacos que no se debe tomar alcohol o sedantes de forma concomitante. Para aquellos que prefieran la homeopatía, dependiendo de las características del tipo de mareo, se puede recomendar la utilización de Cocculus, Tabacum, Petroleum o Nux vómica o formulaciones que combinan estos preparados. También se puede recurrir a la fitoterapia utilizando cápsulas de polvo de raíz seca de jengibre o preparando una infusión de 2 a 5 g de raíz fresca de jengibre con una cucharada de flores de manzanilla, que se debe tomar entre 1 hora y 30 minutos antes de iniciar el trayecto e ir bebiendo de un termo durante el viaje.
También existen unas pulseras antimareo basadas en técnicas de acupresión con un dispositivo que presiona un punto de la parte interior de la muñeca.
2. Diarrea
A pesar de tomar las medidas higienicodietéticas oportunas la diarrea del viajero es uno de los problemas sanitarios más frecuentes. El tratamiento indicado en primera instancia es la reposición hídrica y electrolítica (soluciones de rehidratación oral). También puede ser necesario recurrir a un antidiarreico inhibidor de la motilidad intestinal como la loperamida. En las diarreas de origen alimentario y/o por microorganismos (en este último caso no se recomienda utilizar la loperamida ya que se evitaría la expulsión de los microorganismos) resulta muy útil la utilización de carbón activo. Este compuesto debe utilizarse con precaución en personas ancianas y en aquellas susceptibles de sufrir estreñimiento. Como medicamento homeopático puede emplearse Arsenicum álbum 9CH, para las diarreas en general, y Cuprum metalicum a la 15 CH para aquellas que cursen con espasmos intestinales. Las infusiones de té verde con efecto astringente tienen un efecto coadyuvante y ayudan a la rehidratación, mientras que las infusiones o cápsulas de carminativos (manzanilla, anís, hinojo) calman el dolor espasmódico. Finalmente, también pueden emplearse probióticos (Lactobacillus casei, Saccharomyces boulardii) para recuperar la flora intestinal
3. Estreñimiento
Es una alteración muy frecuente debida a los cambios en los horarios y los hábitos alimentarios. Si es un problema habitual en el viajero se puede prevenir tomando suplementos de fibra unos días antes de iniciar el viaje. En los casos leves, una ingestión abundante de líquidos, modificaciones en la dieta (aumento del consumo de fibra vegetal y reducción de los astringentes), practicar actividad física y disponer de tiempo suficiente para ir al baño suele resolver el problema. Si estas medidas no son suficientes se recomienda utilizar un laxante suave de administración rectal (supositorios de glicerina o microenemas) o de administración oral (laxantes formadores de masa tipo metilcelulosa, salvado de trigo, semillas de plantago, etc.).
4. Acidez de estómago
Suele producirse por la ingestión de comidas copiosas o por el carácter (picante, fuerte) de los alimentos ingeridos. En estos casos se recomienda utilizar antiácidos (sales de aluminio, de magnesio, de calcio, almagato, almasilato, algeldrato, magaldrato, etc.). El tratamiento homeopático más utilizado en estos casos es la Nux vomica. En fitoterapia se pueden emplear plantas con mucílagos como el aloe gel, la malva o el malvavisco, entre otras.
5. Dolor, fiebre e inflamación
Para estas situaciones se recomienda llevar en el botiquín del viajero ácido acetilsalicílico, paracetamol e ibuprofeno. También resulta útil incluir en el botiquín antiinflamatorios tópicos (piketoprofeno, aceclofenaco, diclofenaco o ibuprofeno). Para la prevención de dolores musculares y agujetas por caminatas o actividad deportiva es conveniente llevar pastillas de glucosa para tomar antes y durante la actividad física. Aunque los preparados homeopáticos deben utilizarse en función de cada viajero, son de uso general contra la fiebre y el dolor árnica a la 7 ó 9 CH (para el dolor y contusiones), y acónito y belladona 7 ó 9CH (para la fiebre). También existen preparados tópicos fitoterápicos con sustancias rubefacientes (mentol, salicilato, metilo, esencia de trementina, alcanfor) o antiinflamatorias (hipérico, harpagofito, aceites esenciales, etc.).
6. Resfriados
El botiquín de viaje debería contener preparados para aliviar los síntomas del resfriado: gotas nasales con principios activos vasconstrictores (fenilefrina, epinefrina, oximetazolina, tramazolina, xilometazolina), pastillas para suavizar la garganta (con antisépticos, anestésicos locales, antinflamatorios, etc.) y antitusivos. La alternativa homeopática es utilizar Anas barbarie 200K para los resfriados y estados gripales. También se pueden emplear preparados fitoterápicos a base de sauce, reina de los prados, eucalipto, tomillo, etc.
7. Problemas oculares
También pueden producirse en un viaje ciertos problemas oculares, siendo los más frecuentes la presencia de un cuerpo extraño en un ojo, la conjuntivitis o la queratitis (inflamación de la córnea)Por ello se recomienda incluir en el botiquín del viajero algún colirio antialérgico (azelastina, emedastina, epinastina, levocabastina, olopatadina) o descongestionante (nafazolina) Conviene recordar las contraindicaciones de algunos colirios descongentionantes de síntesis que no se pueden emplear en glaucoma de ángulo estrecho, enfermedades cardiovasculares graves o hipertiroidismo, entre otrasEn el caso de de que se prefiera un colirio homeopático se puede utilizar EufrasiaAsimismo, es importante recordar al viajero que es preferible utilizar presentaciones unidosis.
8.Reacciones alérgicas y alteraciones cutáneas
En el caso de sufrir una reacción alérgica al polen o alimentos se pueden utilizar antihistamínicos no sedantes por vía oral (ebastina, bilastina, cetirizina, desloratadina, fexofenadina, levocetirizina, loratadina, rupatadina o terfenadina). Entre los medicamentos homeopáticos puede utilizarse Apis, Histaminum y Urtica urens a la 5 o a la 7 CH. Para aliviar el picor y el dolor producidos por picaduras de insectos, ortigas o medusas se pueden utilizar preparados tópicos que contengan difenhidramina, dimetindeno o prometazina. En los casos más graves puede ser necesario recurrir al uso de pomadas con corticoide (betametasona valerato o fluocinolona acetónido), que deberán emplearse con las correspondientes precauciones. Puede ser útil disponer de pomadas y lociones basadas en fitoterapia como las que contienen centella asiática o caléndula, helicriso (antipruriginosa) o aceites esenciales (efecto antipruriginoso y anestésico suave).
En el caso de las picaduras de medusas conviene recordar al viajero que antes de aplicar ninguna pomada debe lavar bien la herida con agua de mar y aplicar una solución de agua y vinagre al 50% para extraer los tentáculos. Si se visitan zonas donde la presencia de medusas es frecuente se puede recordar al viajero que existen fotoprotectores que contienen sustancias repelentes de medusas.
La protección solar, adaptada al fototipo de cada persona, es muy importante, incluso si no se va a la playa, puesto que el viajero suele pasar muchas horas al aire libre.
En casos de eritema solar las cremas con centella asiática, gel de aloe o caléndulas son muy apropiadas. Si se producen pequeñas heridas o quemaduras leves las cremas o pomadas cicatrizantes a base de centella asiática, caléndula, bálsamo de Perú u óxido de zinc pueden ser muy útiles. En el caso de las heridas también conviene aplicar antisépticos como la povidona yodada, la clorhexidina (gotas o spray) o la merbromina.
9. Jet lag
No todos los viajeros sufren con la misma intensidad el jet lag, pero para aquellas personas más afectadas por este trastorno puede ser útil disponer en su botiquín de melatonina, la hormona que regula los ciclos circadianos. También puede ser muy útil disponer de productos naturales que inducen el sueño, tales como la valeriana o combinaciones de valeriana con otras plantas como melisa, pasiflora, amapola de California o lúpulo. En homeopatía podemos recomendar la utilización de árnica u coffea entre otros. •
Manuel Vázquez Carrera
Unidad de Farmacología
Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona
Botiquín del viajero: un mercado muy variado
No hay datos específicos para el mercado que compone el botiquín del viajero, ya que los productos que se adquieren dependen en gran medida del destino que elijamos. Sin embargo sí que es cierto que existen una serie de elementos más o menos comunes que no deben faltar a la hora de salir de viaje. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran las relacionadas con la comida. Por ejemplo, los inhibidores de la motilidad se utilizan en el tratamiento de la diarrea aguda no complicada. Durante el periodo acumulado abril 2012-2013, se vendieron en España 2,8 millones de unidades que dieron unos beneficios de 10,15 millones de euros dentro del canal farmacia. Esteve acaparó el 82,4% de cuota de mercado en volumen y el 73,6% en valor, con un total de 2,3 millones de artículos vendidos y 7,5 millones de euros facturados. Completan el ranking Salvat, Johnson & Johnson, Cinfa y Chiesi España.
Otro problema muy común es la acidez de estómago. En las farmacias se vendieron un total de 98 millones de productos, y la facturación alcanzó los 568,82 millones de euros. Laboratorios Cinfa se sitúa a la cabeza en ventas con un 18,7% de cuota de mercado en volumen (18,3 millones de unidades vendidas), y el 14,4% en valor (con 81,78 millones de euros obtenidos). Otro indispensable del botiquín son los antisépticos y desinfectantes. Los españoles compramos 9,15 millones de unidades por 34,68 millones de euros, siendo Meda el laboratorio que más cuota de mercado acaparó, llegando al 32% en unidades (con cerca de 3 millones de productos vendidos), y al 38,3% en valor (13,3 millones de euros facturados). Acofarma, si tenemos en cuenta las ventas por volumen, se colocó en segunda posición con un 12,6% de cuota de mercado y 1,16 millones de unidades vendidas, sin embargo en valor se quedó con el tercer puesto con 3,07 millones de euros facturados. Fue Salvat quien obtuvo la segunda plaza en valor con el 15,6% de cuota y 5,41 millones facturados, mientras que en volumen vendió 1,06 millones de unidades. También es muy común que se produzcan reacciones alérgicas, principalmente debido a picaduras. De hecho, se despacharon 5,33 millones de artículos y se recaudaron 29,57 millones de euros durante el periodo acumulado abril 2012-2013. Laboratorios Isdin lideró la venta de productos con 2,02 millones de unidades y una facturación de 7,1 millones de euros. Esteve, Lacer, Novartis y Combe Europa completan el Top 5. Tampoco está de más incluir AINEs dentro del botiquín. Como ya publicamos (Revista Acofar nº 522, página 41), si nos centramos en algunos de los AINES más comunes (Codeina, Celecoxib, Dexketoprofeno Trometamol, Diclofenaco, Etoricoxib, Ibuprofeno, Naproxeno y Paracetamol), en España se facturó un total de 743,6 millones de euros de estas moléculas (un 2,6% menos que el año anterior) por 175 millones de unidades vendidas (-2,1% con respecto a 2011) en volumen y valor durante el pasado año 2012 en España. • |
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