Los piojos no ocasionan trastornos graves para la salud ni transmiten enfermedades, pero sí provocan un picor muy molesto en el cuero cabelludo y resultan muy contagiosos tanto en el entorno escolar como familiar. De hecho, todos los años, la pediculosis se extiende entre un buen número de niños: entre el 4,9% y el 14% de los niños en edad escolar ha sufrido este problema alguna vez, según el Ministerio de Sanidad.
Además, la pediculosis se convierte en un quebradero de cabeza para los padres, que muchas veces no disponen del conocimiento suficiente sobre cómo acabar con los piojos o cometen errores cruciales a la hora de aplicar los productos. Como explica la doctora Aurora Garre, experta médica de Cinfa, «el fracaso terapéutico contra la pediculosis se da muchas veces porque no se siguen las instrucciones del fabricante o no se mantiene una continuidad en el tratamiento, que debe abarcar la eliminación y también la prevención».
Pediculicida para eliminar y repelente para prevenir
En este sentido, una de las malas prácticas habituales es el uso incorrecto de productos repelentes y pediculicidas. «Los tratamientos pediculicidas deben utilizarse únicamente si se confirma la infestación, nunca antes. En caso contrario, se pueden generar resistencias que harán más difícil acabar con los piojos si realmente aparecen. Hay que utilizar en cada caso el producto correcto: para prevenir, un repelente, y para eliminar piojos y/o liendres, un pediculicida», aclara la experta del laboratorio.
El modo acertado de actuar comienza cuando notamos picor en el cuero cabelludo o cuando se sabe de casos recientes de piojos en el entorno familiar o escolar: «Es entonces cuando hay que examinar el pelo de la persona infestada con una lendrera, que nos ayudará a arrastrar los piojos mechón a mechón. Es mejor colocar un paño blanco sobre los hombros para asegurarnos de que los vemos cuando caen tras arrastrarlos del pelo» -explica la Dra. Garre-. «Si confirmamos la presencia de piojos, aplicaremos el pediculicida, masajeando la zona para asegurar que el producto llega a todo el cabello. En cambio, si no vemos piojos pero existe riesgo de contagio, hay que aplicar un repelente para evitarlo», añade.
Para ayudar a resolver exitosamente los casos de pediculosis en las familias, la experta recomienda acudir a la farmacia para recibir asesoramiento por parte de un profesional y resolver dudas. «Las claves que todos debemos recordar son: prevenir, revisar el cabello con la ayuda de la lendrera, y eliminar, siguiendo fielmente las instrucciones para el tratamiento que indican el fabricante y el farmacéutico», concluye.
Así mismo, otra de las conductas erróneas frente a la pediculosis es que los tratamientos no se completan del todo.
Diez dudas frecuentes a la hora de acabar con los piojos
- ¿Cómo se puede prevenir una infestación de piojos?: El tratamiento preventivo se basa en el uso de repelentes: primero revisamos la cabeza del niño con una lendrera. Si confirmamos que nuestro hijo no tiene piojos y sabemos que en su entorno sí los hay, utilizaremos repelentes de venta en farmacias y tomaremos otras medidas complementarias de prevención, como pasar la lendrera por el pelo cada vez que se laven la cabeza, especialmente en épocas de más riesgo de contagio de piojos.
- Si ya hay una persona con piojos, ¿qué precauciones debo tomar para evitar el contagio? Si al examinar el cabello detectamos piojos vivos en la cabeza del niño, hay proceder a la revisión de otras personas que hayan tenido contacto con él, y realizaremos el tratamiento de eliminación únicamente a las que se hayan infestado, y de forma simultánea. Para que los piojos no se contagien a las personas sanas, hay que poner en práctica varias precauciones: evitar el contacto entre las cabezas de los menores; no compartir objetos que tengan contacto con el cabello como gorros, horquillas, gomas…; lavar las prendas de ropa del niño infestado así como toallas o sábanas a más de sesenta grados; y aislar los juguetes y peluches con los que haya jugado en una bolsa hermética durante tres días, porque como los piojos se alimentan cada 4-6 horas de la sangre del huésped, no pueden vivir tanto tiempo aislados y morirán. Los peines, horquillas y cepillos debemos sumergirlos en agua hirviendo y aspiraremos toda la casa.
- ¿Es posible contagiarse en las piscinas o a través de animales de compañía?: Cuando los piojos están dentro del agua, sea en el mar, la piscina o la ducha, entran en un estado de animación suspendida, pero se mantienen firmemente agarrados al cabello, tratando de sobrevivir. Por lo tanto, es poco probable, aunque posible, que los piojos se transmitan en el agua. Sí podemos contagiarnos al compartir toallas, gorros o gafas de nadar o guardar artículos personales y ropa cerca de objetos infestados. Así, a los niños se les debe enseñar a no compartir ese tipo de artículos, tanto en la piscina como en los vestuarios. Por otro lado, los piojos son parásitos humanos y sólo pueden vivir en la cabeza de las personas, por lo que las mascotas no los transmiten.
- ¿Los piojos se dan más en niños o en niñas?: Hay menores, sin importar su género, que presentan más predisposición a padecer piojos debido a su composición sanguínea. Sin embargo, sí que existen ciertos factores de riesgo, como jugar con las cabezas muy juntas, llevar el pelo largo o compartir objetos como horquillas, coleteros, peines, etc. que son más comunes entre las niñas, y por lo tanto, pueden hacer que estas los padezcan más.
- ¿Qué provoca los picores?: Las molestias se producen por la saliva que genera el piojo al picar el cuero cabelludo para alimentarse. Rascarse la cabeza puede irritar el cuero cabelludo y producir una pequeña infección bacteriana que aumente el malestar. El picor en el cuero cabelludo puede persistir durante algunas semanas después de la aplicación del pediculicida, pero se debe más a una reacción alérgica que a la existencia de piojos vivos.
- ¿Qué productos debo usar para tratar a mi hijo y eliminar los piojos?: Como existe una amplia variedad de productos para este problema, una vez que confirmemos que tenemos piojos, acudiremos a la farmacia para explicar el caso y recibir la recomendación más adecuada en cuanto a formato y composición. Tras aplicar el pediculicida siguiendo fielmente las instrucciones del fabricante, ese mismo día hay que lavar el cabello con el champú habitual y, en los posteriores, revisar la cabeza para eliminar, de forma manual o con la lendrera, las liendres que hayan podido sobrevivir.
- ¿Por qué no se debe usar el secador de pelo?: Después de aplicar el pediculicida hay que dejar secar el cabello al aire y nunca hacerlo con secador, porque el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto y este pierde eficacia. En los días posteriores, y tras una semana desde la primera aplicación, revisaremos el cabello.
- ¿Cuándo se puede decir que un tratamiento de eliminación está completo?: Si al revisar la cabeza pasados siete días desde la primera aplicación del tratamiento no quedan piojos ni liendres, podemos decir que se ha completado el tratamiento. Además, no nos olvidemos de realizar este tratamiento de eliminación a todos los afectados a la vez, para evitar la reinfestación. Todo este proceso puede llevarnos entre una y tres semanas, dependiendo del producto y la constancia en el seguimiento.
- ¿Por qué hay que repetir el tratamiento de eliminación?: No hay que repetirlo por sistema, sino solo si pasados siete días, siguen quedando piojos vivos o liendres en la cabeza. Con que haya quedado alguno, es suficiente para que se reproduzcan más piojos.
- ¿Cómo se puede saber si las liendres están vivas?: No podemos saberlo. Los piojos depositan las liendres en la nuca y detrás de las orejas, porque son las zonas más calientes y apropiadas para la supervivencia. Una liendre, a más de 6 mm de la raíz del pelo es inhábil, es decir, que cuando eclosione no podrá alimentarse de inmediato y morirá. De ahí que el uso continuado de la lendrera cada dos días nos asegure que las alejamos del cuero cabelludo. •
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