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Artículos farmacéuticos Consejo farmacéutico Dermofarmacia | Dermohidratación: un requisito esencial para mantener una piel sana

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Amaya Blanco Arce, Farmacéutica. Bilbao

La hidratación es la base para tener un buen aspecto y mejorar el bienestar de la piel, pero, como bien sabemos, este órgano se ve expuesto a agresiones externas que influyen sobre él.

El exposoma es el conjunto de factores ambientales modificables a los que estamos sometidos a diario y que se resume en siete principales: radiación solar, contaminación, tabaco, nutrición, estrés, falta de sueño y temperatura (frío o calor). Todos ellos actúan sobre la epidermis a lo largo de la vida, algunos pudiendo alterar la función barrera de la piel y afectando por ello a la hidratación de la misma, como es el caso de la radiación solar, la contaminación o la temperatura, que pueden producir la aparición de arrugas por deshidratación.

Además, existen diferentes patologías que pueden cursar con deshidratación, así como medicamentos que también pueden provocarla como efecto secundario.

Una función barrera en buen estado va a evitar que penetren agentes nocivos, pero a la vez va a frenar la pérdida de agua. Sin embargo, si se ve alterada, causa pérdida de agua transepidérmica, generando una sensación de tirantez y rojeces cutáneas.

La pérdida de agua transepidérmica es lo que se conoce con las siglas de TEWL (Transepidermal Water Loss), y es la cantidad de agua perdida a través de la capa más externa de la piel.

Cuando se da el caso de una piel seca, se trata de una condición permanente por la falta de lípidos y agua en la barrera cutánea, pero una piel deshidratada es algo transitorio. En muchas ocasiones tendemos a confundir ambos términos o pensamos que una piel grasa no puede estar deshidratada, pero lo cierto es que cualquier piel puede sufrir una deshidratación por una pérdida temporal de agua, por lo que necesitará una rutina adaptada a sus necesidades.

En este sentido es importante señalar que la hidratación no solo es aportar agua, sino evitar su evaporación en la superficie.

¿Qué sustancias hidratan la piel?

El agua y los lípidos juegan un papel fundamental en el estado de la función barrera. Cuando sus niveles disminuyen, la piel se seca, se deshidrata, por eso necesitamos fórmulas con sustancias humectantes y emolientes.

Existen tres tipos de activos hidratantes:

  • Humectantes.
  • Emolientes.
  • Oclusivas.

Las sustancias humectantes son aquellas que aumentan el contenido de agua, y se trata principalmente de compuestos higroscópicos.

Entre los activos humectantes podemos destacar:

  • Ácido hialurónico: sustancia muy higroscópica capaz de retener hasta mil veces su peso en agua. En importante no sólo tener en cuenta su peso molecular, sino también el derivado del ácido hialurónico que se utiliza en la fórmula.
  • Glicerina: un clásico dentro de los glicoles, como el propilenglicol, que pueden actuar como humectantes.
  • Urea: es una molécula higroscópica presente en la epidermis fundamental para la hidratación del estrato córneo, la capa más externa de la piel. Dependiendo de su concentración tiene diferentes funciones. Si esta es baja o media está indicada para aportar hidratación.
  • Proteoglicanos: son polímeros de alto peso molecular con capacidad de captación de agua.
  • Pantenol: posee propiedades humectantes e hidratantes.

Con respecto a los activos emolientes, estos aportan activos para formar la capa lipídica y evitar la pérdida transepidérmica de agua.
Entre los más empleados se encuentran:

  • Vaselina líquida o escualeno.
  • Manteca de karité.
  • Ceramidas.
  • Colesterol.
  • Lanolina.
  • Aceites vegetales, como el de argán, almendras, coco, oliva, borraja, girasol, pepita de uva, rosa mosqueta…

Las ceramidas son un activo presente en numerosas fórmulas. Son los lípidos cementantes del estrato córneo, que junto con el colesterol y los ácidos grasos, mantienen su cohesión. Es decir, son el pegamento que mantiene unidas las células de nuestra piel para mantener la barrera cutánea intacta.

Una función barrera en buen estado va a evitar que penetren agentes nocivos, pero a la vez va a frenar la pérdida de agua

Sin embargo, con el paso del tiempo la piel va perdiendo ceramidas, y con ello la capacidad de retener la humedad y mantenerse hidratada.

La hidratación corporal

Después de ver todos los activos que podemos incorporar para mantener la hidratación de la epidermis, tenemos que pensar en que la piel no termina en el rostro, por lo que estas sustancias son interesantes también a nivel corporal.

Por lo general, la hidratación corporal es algo que cuesta más que el rostro, por lo que muchas veces desde la oficina de farmacia recomendamos como parte de la rutina de higiene utilizar activos hidratantes y emolientes, por ejemplo, incorporando aceites de ducha para aportar ese plus de hidratación.

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Halley
Cistina

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