La cistitis o infección del tracto urinario es la segunda más frecuente en España tras la infección respiratoria, y afecta principalmente a la población femenina. Su incidencia aumenta en la época estival, pero con una serie de medidas higiénicas en la pisicna y en la playa es posible prevenirla.
Se estima que el 37% de las mujeres padecen algún episodio de cistitis a lo largo de su vida, según una investigación realizada en los hospitales Quirón y General Universitario de Valencia, y muchos de ellos se producen durante la temporada de piscina y playa, que está a punto de comenzar.
El asesor médico Eduardo González Zorzano alerta de que “el cambio de temperatura existente entre el agua y el exterior provoca a menudo enfriamientos bruscos que afectan al vientre y la zona vaginal. También la humedad que permanece en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de los microrganismos y bacterias”.
De hecho, la bacteria E. Coli causa el 75% de las infecciones del tracto urinario. Como explica el experto “esta bacteria se encuentra en nuestro intestino en grandes cantidades y posee unos filamentos o ‘pelos’ alrededor de su cuerpo que le permiten adherirse a las paredes de la vejiga urinaria”.
Si se detecta a tiempo, los síntomas de este problema no suelen ser graves, pero sí muy molestos: necesidad frecuente de ir al baño, dolor o escozor al orinar, micciones escasas y frecuentes y orinas turbias o malolientes acompañadas de sangre.
Contra la cistitis recurrente
“Los casos más leves de cistitis pueden curarse de forma espontánea, aunque a menudo es necesario un tratamiento antibiótico para evitar que la infección se extienda”, apunta el asesor médico de Cinfa. Sin embargo, en el caso de cistitis recurrentes, la repetición de este tratamiento puede provocar la inmunización progresiva de las bacterias, de forma que se hacen resistentes a los antibióticos.
“Por este motivo -concluye González Zorzano-, se debe prevenir la cistitis con unos hábitos de higiene adecuados o medidas alternativas a los antibióticos, como el arándano rojo, de demostrada eficacia ante la E. Coli”. Una serie de medidas preventivas jugarán un papel fundamental a la hora de escapar de este problema durante los próximos meses de verano.
Consejos para prevenir la cistitis
Ingerir un mínimo de 1,5 litros de líquido al día: El líquido ayuda a eliminar de forma más rápida las bacterias del aparato urinario.
Procurar orinar con frecuencia: El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga. Puesto que la manera de eliminar estos microrganismos es expulsándolos con la orina, es recomendable ir al servicio cada dos o tres horas, aunque no se tengan ganas.
Combatir el estreñimiento: Tampoco se deben posponer las defecaciones, con el fin de evitar que los gérmenes puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario.
Usar jabones neutros en la limpieza de la zona íntima: Debe cuidarse la higiene y no se debe abusar de los jabones perfumados, menos específicos para esa zona tan sensible.
Ir al servicio antes y después de mantener relaciones sexuales: La actividad sexual incrementa hasta cuarenta veces el riesgo de infección y posibilita que ciertos microrganismos queden alojados en la uretra. Por ello, es importante orinar tras el acto sexual.
Escoger la ducha frente al baño: A la hora de la higiene diaria, la mejor opción es ducharse en lugar de darse un baño o usar el bidé, ya que el agua corriente evita la acumulación de bacterias que sí puede darse en una bañera.
No permanecer con el bañador húmedo: En época de piscinas, la humedad del traje de baño o el cambio de temperatura que se da entre el agua y el exterior producen con frecuencia enfriamientos bruscos en el vientre y la zona vaginal.
Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas: Las prendas demasiado estrechas o fabricadas con material sintético favorecen la transpiración y, por tanto, la proliferación de microbios.
Reconsiderar el uso del diafragma y los tampones: El diafragma puede presionar la uretra y dificultar el vaciado de la vejiga, con lo que su uso está asociado a una mayor frecuencia de infección. Así mismo, los tampones no son aconsejables si las infecciones urinarias aparecen en el periodo premenstrual, ya que pueden favorecer la humedad, impedir la correcta expulsión de las bacterias y favorecer su colonización.
Consumir 36 mg de proantocianidinas de arándano rojo al día: El arándano rojo contiene proantocianidinas tipo A2, una sustancia que previene la colonización de las bacterias E. Coli en la vejiga. Podemos ingerir el fruto directamente o bien en forma de zumo. También existen complementos alimenticios que garantizan las dosis más adecuadas. Se puede consultar al farmacéutico al respecto. •
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