Según la OMS, una de cada cuatro personas tiene o tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Según la directora del Departamento de Psicología de UIC Barcelona, Maria Fernández Capo, las nuevas generaciones están más abiertas a hablar y buscar ayuda, pero aún persisten ciertas barreras como “el miedo al estigma, la falta de recursos o la percepción de que sus problemas no son graves”. Además, los datos apuntan que las mujeres suelen pedir más ayuda que los hombres ante un malestar prolongado en el tiempo.
Los trastornos de salud mental entre los jóvenes van en aumento, según ha explicado la directora del Departamento de Psicología de UIC Barcelona, Maria Fernández Capo, que lo ha atribuido a “la presión social, el abuso de las redes sociales y cierta desestructuración a nivel familiar”.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, Fernández ha explicado también que la adolescencia y la juventud “son etapas llenas de retos y de porvenir”, pero a la vez, “es un periodo crítico para la formación de su identidad cuando todavía no han alcanzado su pleno desarrollo a nivel cerebral, emocional y cognitivo”. Según esta especialista, “todo ello conlleva que puedan sentirse algo confusos y experimenten malestar que, mal gestionado, puede generar distintos problemas de salud mental”.
Fernández ha recordado que no todas las personas que sufren este tipo de trastornos piden ayuda y ha destacado que “las mujeres lo hacen más que los hombres”. En el caso de las nuevas generaciones, “están más abiertas a hablar sobre salud mental y a buscar ayuda”, aunque todavía hay barreras que pueden impedir a algunos jóvenes acudir a un especialista, “como el miedo al estigma, la falta de recursos disponibles o la percepción de que sus problemas no son lo suficientemente graves”, ha añadido.
Por ello, la directora del departamento de Psicología de UIC Barcelona ha insistido en la necesidad de “seguir trabajando en educación y en sensibilización para que todos se sientan cómodos pidiendo ayuda cuando la necesiten”.
Aumentan la ansiedad y la depresión en la población
Fernández ha recordado que en España “una de cada cuatro personas tiene o tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida” y que “cerca del 14% de la población adulta en España sufre algún tipo de trastorno de ansiedad”. “También la incidencia de depresión crece, junto con el estrés crónico que vive gran parte de la población asociado a diferentes causas y que es la puerta de entrada, en muchas ocasiones, a otros problemas de salud tanto física como mental”, ha añadido.
A pesar de que el origen suele ser “multicausal” y que “varía de una persona a otra”, la psicóloga ha señalado que “una predisposición genética, el estrés generado por el estilo de vida, conflictos en las relaciones o dificultades económicas” son factores de riesgo para los problemas de salud mental.
Según Fernández, la detección precoz es imprescindible porque “puede evitar un empeoramiento de los síntomas”. Por este motivo, aunque las estrategias políticas y sanitarias en este ámbito “cada vez más apuestan por invertir recursos en prevención”, en muchas ocasiones “intervenimos demasiado tarde o cuando los cuadros ya se han complicado mucho por el paso del tiempo y la falta de intervención profesional”. A nivel personal, ha dejado claro que las personas pueden mejorar su salud mental “desarrollando hábitos saludables y trabajando para dar un sentido existencial a su vida”.
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